jueves, 30 de diciembre de 2021

Peligro, riesgo, incidentes, accidentes. Cuando la terminología debe ser precisa

Peligro y riesgo: dos conceptos diferentes

Cuando hablamos de gestión de riesgo en las actividades en el ambiente natural, utilizamos frecuentemente estos dos términos, peligro y riesgo. Y si bien en el lenguaje coloquial suelen ser usados indistintamente para referir a las mismas cosas, en lenguaje técnico de gestión de riesgos son dos cosas distintas y debemos diferenciarlas bien.

 Peligro: Para la UNISDR (United Nations office for disaster risk reduction), que se dedica como su nombre lo indica a la reducción de desastres, en el ámbito de las Naciones Unidas, peligro es cualquier fuente o condición, real o potencial, que puede causar un daño en el personal, en la propiedad o en el medio ambiente. Puede encontrarse en alguna bibliografía también como AMENAZA. La norma ISO 45001/2018, sobre seguridad e higiene en el ámbito laboral, que reemplazó a la norma británica OHSAS 18001, lo define como “fuente con un potencial para causar daños y/o deterioro de la salud”

Aplicado al turismo en zonas agrestes, diremos que “peligro es un factor o condición de los ambientes agrestes, que puede causar daño en las personas, la propiedad o el medio ambiente y que está presente a través de las características del terreno (inestabilidad e irregularidad, desniveles y geomorfología de difícil tránsito, presencia de nieve y hielo, cursos de agua); las condiciones meteorológicas, la ausencia frecuente de sendas y caminos o la presencia de fauna salvaje e insectos y ofidios peligrosos.

 

Riesgo: para la norma ISO 45001 es la probabilidad de que ocurra un daño junto con la gravedad de las consecuencias.

Cuando hablamos de probabilidad hablamos de las chances que hay de que un peligro produzca daños, por lo cual se puede cuantificar, como lo veremos más adelante.

Aplicado a nuestra actividad, diremos que riesgo es el índice de probabilidad de que un determinado peligro presente en el ambiente agreste se materialice y produzca consecuencias adversas en personas, bienes o medio ambiente, junto con la gravedad de estas consecuencias.

 

Otras dos palabras que debemos diferenciar: accidentes e incidentes

 En la naturaleza, estamos expuestos a sufrir accidentes e incidentes. Algunas personas consideran que ambos eventos son la misma realidad, pero no es así.

·      ¿Qué entendemos por accidente? Un suceso imprevisto y no deseado  en el cual, y por el cual, se producen como resultado, muertos, heridos o daños.

·         En cambio, un incidente es un hecho imprevisto y no deseado en el cual,  por diversas circunstancias, no hay muertos, heridos ni daños.

Vemos que la diferencia está en las consecuencias. Pero atención: del incidente al accidente hay apenas un paso. La repetición de incidentes constituye una señal de alarma que indica que algo está mal.

El hecho de que sea considerado imprevisto no significa que no hayamos considerado la posibilidad de que sucediera. De hecho, la gestión de riesgos imagina todos los posibles hechos adversos que pudiesen sobrevenir, para establecer barreras de defensa. Al decir “imprevisto” decimos que sucede de manera repentina y no esperada en ese momento concreto. Existe una cantidad de imponderables que pueden salirnos al encuentro. 

Hay dos tipos de incidente:

·         Aquél en el cual casi se produjo un hecho que podría arrojar consecuencias (casi me caigo)

·         Aquél en el que el hecho se produjo, pero por alguna razón no me ocasionó daños (me caí, pero no me lastimé).

 

Tanto accidentes como incidentes tienen que ver con:

 

         El medio (el entorno, la meteorología, etc.)

         Los materiales (equipo personal y grupal, infraestructura)

         El error humano

         (y a veces) la fatalidad.