Peligro y riesgo: dos conceptos diferentes
Cuando hablamos de gestión de riesgo en las actividades en el ambiente natural, utilizamos frecuentemente estos dos términos, peligro y riesgo. Y si bien en el lenguaje coloquial suelen ser usados indistintamente para referir a las mismas cosas, en lenguaje técnico de gestión de riesgos son dos cosas distintas y debemos diferenciarlas bien.
Aplicado al turismo en zonas
agrestes, diremos que “peligro es un factor o
condición de los ambientes agrestes, que puede causar daño en las personas, la
propiedad o el medio ambiente y que
está presente a través de las características del terreno (inestabilidad e irregularidad, desniveles y
geomorfología de difícil tránsito, presencia de nieve y hielo, cursos de agua);
las condiciones meteorológicas, la ausencia frecuente de sendas y caminos o la presencia
de fauna salvaje e insectos y ofidios peligrosos.
Riesgo: para la norma ISO 45001 es la probabilidad de que
ocurra un daño junto con la gravedad de las consecuencias.
Cuando hablamos de probabilidad hablamos de las chances
que hay de que un peligro produzca daños, por lo cual se puede cuantificar,
como lo veremos más adelante.
Aplicado a nuestra actividad, diremos que riesgo es el
índice de probabilidad de que un determinado peligro presente en el ambiente
agreste se materialice y produzca consecuencias adversas en personas, bienes o
medio ambiente, junto con la gravedad de estas consecuencias.
Otras dos palabras que
debemos diferenciar: accidentes e incidentes
· ¿Qué
entendemos por accidente? Un suceso imprevisto y no deseado en el cual, y por el cual, se producen como
resultado, muertos, heridos o daños.
·
En cambio, un incidente es un hecho imprevisto y no deseado en el
cual, por diversas circunstancias, no
hay muertos, heridos ni daños.
Vemos que la diferencia está en
las consecuencias. Pero atención: del incidente al accidente hay apenas un
paso. La repetición de incidentes constituye una señal de alarma que indica que
algo está mal.
El hecho de que sea considerado imprevisto no significa que no hayamos considerado la posibilidad de que sucediera. De hecho, la gestión de riesgos imagina todos los posibles hechos adversos que pudiesen sobrevenir, para establecer barreras de defensa. Al decir “imprevisto” decimos que sucede de manera repentina y no esperada en ese momento concreto. Existe una cantidad de imponderables que pueden salirnos al encuentro.
Hay dos tipos de
incidente:
·
Aquél en el cual casi se produjo un hecho que podría arrojar
consecuencias (casi me caigo)
·
Aquél en el que el hecho se produjo, pero por alguna razón no me ocasionó
daños (me caí, pero no me lastimé).
Tanto accidentes
como incidentes tienen que ver con:
•
El medio (el entorno, la meteorología, etc.)
•
Los materiales (equipo personal y grupal, infraestructura)
•
El error humano
•
(y a veces) la fatalidad.