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El Dr. Vojko Arko |
Es una mañana
fresca del invierno de 1998 en Bariloche. Nos encontramos, como tantas otras
veces, con el Dr. Vojko Arko en la Cabaña de informes del Club Andino
Bariloche. Arko y yo conversamos mucho, durante mis estadías en esa ciudad. El
tema central: la montaña. Pero también historia, política, religión. Todos
temas en los que el Dr. Arko es experto. Mis conversaciones con él se
sucedieron hasta poco antes de su muerte, en 2000. Recuerdo que al llegar a
Bariloche luego de hacer la cumbre de Lanín, me enteré de que estaba internado en estado delicado.
Lo fui a ver de inmediato a la línica, y le dije: “¡Pero Vojko! ¿Qué hace usted internado?
¡Lo necesitamos de pie! ¡Justo yo venía a contarle mi ascensión al Lanín!” Me
miró con cara pícara, y me preguntó: “¿Cuánto le puso del refugio a la cumbre?”
“Siete horas”, le contesté. “¡Nosotros lo subíamos en cinco!”, me dijo. Genio y
figura. Tres días después fallecía, dejando un gran vacío en Bariloche. Su
entierro en el cementerio de los andinistas fue memorable. Allí estuve, siendo
parte de una multitud de familiares, amigos y otros que, sin serlo, le rendían
homenaje. Que es lo que quiero hacer, publicando esta conversación tenida con
él dos años antes, de la que guardo el audio registrado. Aquí pongo a disposición de ustedes un breve extracto de este audio, en el que Vojko cuenta cómo se mató Wenceslao Clerch en Tronador. Es para que tomen contacto con el acento de este esloveno devenido argentino, que tanto nos agradaba en sus charlas.
Para quienes no
lo han conocido, lo presento: Vojslav Arko fue un esloveno establecido en
Bariloche, que había nacido el 19 de agosto de 1920 en Ribnica, Eslovenia (por
entonces Yugoeslavia). Estudió en la facultad de derecho de Ljubljana,
Eslovenia, graduándose en 1944, y se doctoró en Ciencias Políticas en Padua,
Italia, en 1947 con una tesis sobre “Desarrollo colonial en Brasil”. En 1948, y
ante la inconveniencia de regresar a su patria por entonces bajo el régimen
comunista de Josip Broz Tito, decide emigrar a la República Argentina, como
muchos otros compatriotas suyos. Permanece un tiempo en Buenos Aires y luego se
traslada a San Carlos de Bariloche, donde vivirá el resto de su vida. Allí
formó su familia con su mujer, Milena, y sus hijos Gregorio, Toncek y Clemente. Además de su actividad privada, que
contempló ser albañil y empleado de la empresa Raynoff y Caldart, y
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Arko (derecha) en su medio: la montaña |
concluyó
con el establecimiento de la Tienda Aluminé, Vojko dedicó muchos de sus mejores
tiempos a la montaña, tanto a través de escaladas, trabajos de apertura y
mejora de picadas y construcción de refugios (la “Picada eslovena y el Refugio
Pod Skalko, “la Piedrita”, en el Catedral Central, son un ejemplio, como en la
fundación e impulso del Club Andino Esloveno (del que llegó a ser presidente
honorario), y su participación activa, durante muchísimos años, en el Club
Andino Bariloche, del que incluso fue bibliotecario a lo largo de 46 años. Subió
a las cumbres de muchos de los cerros que rodean Bariloche, y formó parte de la
expedición al Balmaceda del CAB, en 1957. De hecho, él mismo escribió diversos
libros relacionados con Bariloche, la montaña y su gente, como Amor por Carta,
Otto Meiling, un pionero de Bariloche, Cerro Saihueque y Cuentos del Nahuel
Huapi (estos dos últimos escritos en esloveno y editados en su patria natal; no
fueron traducidos), y redactó el libro “Dhaulagiri”, de su amigo y connacional
Dinko Bertoncelj, además de publicar innumerables artículos en distintos medios
nacionales y extranjeros (incluso la revista Mladika, de Trieste, el semanario
Eslovenia unida y otros medios andinísticos, y especialmente en los anuarios
del Club Andino Bariloche. Fue docente, también, dictando Historia Eslovena y
Literatura en la escuela secundaria eslovena de Bariloche. Falleció el 9 de
marzo de 2000, y está sepultado en el Cementerio de los Andinistas, al pie de
la Pared Norte del Cerro López y frente al Cerro Capilla, que amaba, necrópolis
ésta cuya creación fue motorizada por él mismo, junto con algunos otros más. Cerca
de las nacientes del Río Turbio, al suroeste del parque Nacional lago Puelo, en
la provincia del Chubut, hay un cerro que fue ascendido en 1969 por una
expedición del CAB, que lo bautizó como Cerro Arko en homenaje a Vojko. Hoy, la
Biblioteca del CAB lleva su nombre, como también el refugio Bivak Slovenija del
Cerro Capilla.
Volvamos ahora a
aquella jornada, en la que luego de compartir un café en la ya desaparecida
confitería en la que Vojko hacía todas las mañanas un alto para lo mismo, antes
de su habitual sesión matutina en la cabaña de informes, donde brindaba a los
turistas certera información sobre el estado de las sendas y sobre cómo
realizar las diferentes excursiones. Esto que presento hoy no es un reportaje.
No fue pensado como una entrevista, ordenada y metódica: no soy periodista. Es apenas
la transcripción de una conversación, una charla andina en la que hice una
serie de preguntas a Vojko no sólo por curiosidad propia de un amante de las
montañas de Bariloche y su historia, sino también para recopilar datos destinados
a un trabajo que nunca terminé (al menos hasta ahora) en el que pretendía
completar la monumental obra de Biedma sobre la toponimia del Parque Nahuel
Huapi, agregando además una serie de datos sobre nombres y hechos que si bien
no se han volcado en la toponimia del Parque, son interesantes para los amantes
de esta zona y su rica tradición.
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Arko (derecha) conmigo, en 1998 |
He hecho pocas
correcciones a la manera de hablar de Vojko, tan característica en él. Sólo
cambié algunas cosas que podrían prestarse a confusiones. Él a veces no usaba
artículos, y equivocaba los tiempos verbales. Jamás perdió su acento
característico. Quienes lo conocieron podrán recordar su voz, seguramente, al
leer sus expresiones que modifiqué sólo lo estrictamente necesario para
garantizar su comprensión.
Aquella mañana había
tenido la precaución de llevar conmigo un viejo grabador a cassette, para
registrar la charla. Porque siempre las conversaciones con Vojko eran sumamente
interesantes. A Arko le divierte que haya llevado ese viejo artilugio, pero
sabe que es importante mantener la memoria de las cosas ocurridas en el pasado,
porque él mismo es un amante de la historia y un intelectual de fuste.
Su nombre es Vojko. ¿Cómo se dice? ¿Vojko o Voiko?
Voiko. La J solo
en español se pronuncia como “J”. En los idiomas centroeuropeos es “I larga”,
se dice “I consonántica”. Pedro Vojco es abrevación. Mi nombre de pila es
Vojslav, y por cierto cuando vine acá a Buenos Aires, en el hotel de
inmigrantes, me preguntaron el nombre y querían después la traducción, dije que
no hay traducción, y allá el empleado puso Vislao, y “se comió” dos letras,
porque castellanizar Vojslav sería Voislavo. Y así que tengo como nombre
oficial Vislao, que no significa nada (se ríe).
¿Dónde y cuándo nació?
Yo nací el 19 de
agosto en 1920 en el pueblo de Ribnica, a 60 km al sur de Ljubljana que es la
capital de Eslovenia.
¿En aquél tiempo Eslovenia era una nación
independiente?
Eslovenia
pertenecía a la federación Yugoeslava, en 1920. Pocos años antes Eslovenia
pertenecía a la monarquía austrohúngara. Cuando se desmembró la monarquía austrohúngara
al fin, la Eslovenia… (piensa)… el problema de Eslovenia era que siendo porción
de la monarquía austrohúngara era un país vencido, y allá especialmente las
tropas italianas estaban entrando en territorio nuestro, por tanto a nosotros
no nos quedó otro remedio que rápido llamar a los serbios que eran aliados, y
juntarnos en Yugoeslavia. Así se pudo parar al ejército italiano que ocupó una
tercera parte de nuestro territorio, que después de la última guerra nosotros
recuperamos.
¿Por qué serbios, bosnios y croatas se llevan mal,
y los eslovenos no se llevan mal con ninguno?
Y, porque los
croatas y serbios tenían luchas ya de muchos siglos, siempre hubo algunos
problemas, primero religiosos, después el problema de Bosnia, así que... La
Bosnia es un lugar especial porque allá hay un montón de población que son
musulmanes, pero estos no son musulmanes turcos, son eslavos. Si usted en
Serbia encuentra algún musulmán, él es turco, albanés, mientras que en Bosnia
los musulmanes son eslavos. Eso deriva del medioevo, principio del nuevo evo,
cuando en Bosnia, que era un país que quería estar siempre independiente,
estalló una secta religiosa que se llamaba la secta Bogomil. Ellos fueron
ferozmente perseguidos tanto por católicos, que son croatas, como por ortodoxos
que son serbios, y cuando entraron los turcos, esa población se hizo musulmana.
¿Por qué llega usted a la Argentina, Vojko?
Yo vine en Argentina después de la guerra porque yo salí de Eslovenia durante
la guerra, en 1943, porque noté que los rojos van a ocupar el territorio
nuestro, y yo no quería vivir allá, así que yo fui a Italia, y allá vivía hasta
1948, y después, cuando salió la emigración eslovena en Argentina (que en esa
época el gobierno peronista dio permiso a algo como 5 o 6 mil eslovenos que
vinieron de campos de refugiados a Argentina) yo también vine con ellos.
¿La corriente migratoria eslovena vino
fundamentalmente a Argentina o a otros países también?
La gran parte
vino a Argentina porque la Argentina era el único país que aceptaba familias,
viejos, todo el mundo. Los canadienses y los yankees aceptaron solamente gente
joven, en EEUU debían tener un sponsor allá que garantizara por usted, y en
Australia en principio no hubo tanta emigración, pero después entraron
relativamente muchos, pero eso ya después, cuando salió la gente buscando
trabajo, que en Yugoeslavia fue difícil.
¿Usted cuando sale de Eslovenia tiene 23 años?
Sí. 23 años.
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Monte Triglav |
¿Había hecho algún tipo de deporte de montaña en
Eslovenia?
Sí, yo en la juventud hice deportes de montaña. A mí mi padre me llevó con 12
años a Triglav, que es la montaña más alta de Eslovenia y Yugoeslavia, con 2874
metros. Yo en la primera excursión allá llegué hasta el último refugio, 2500
metros, porque no querían llevarme a la cumbre; después fui varios años con mi padre,
prácticamente siempre a Triglav, y después empecé a andar solo, con 17 años. Con
los amigos empezamos también a trepar, y antes de la guerra yo trepé la ruta
alemana de la pared norte del Triglav, que en esta parte se consideraba ya de
una cierta dificultad.
¿Ha vuelto alguna vez a Eslovenia?
Sí, he vuelto
cuatro veces. Yo enseguida cuando noté, cuando recibí de allá más o menos la
constancia de que no me iban a hacer nada, fui allá a visitar mi familia, y la
última vez fue en el 82 cuando falleció mi madre.
¿Y a su mujer la conoció en la Argentina?
No, yo a mi mujer la conocí desde chico, estaba la familia de ella que eran
amigos de mi familia. Pero ella, después por la guerra tenía que ir a otro
lado, ella estaba en Canadá, y de allá vino a Bariloche.
Me han contado que usted en Italia trabajó con
servicios de resistencia a los alemanes.
Sí. Yo tengo allá…
especialmente yo trabajé con un servicio que daba noticias a aliados. Era de un
coronel yugoeslavo Vaujsnik (no sé si se escribe así, nota mía), que murió en
Argentina. Y nosotros teníamos una red que daba los datos, y teníamos
comunicación radial con El Cairo, y los alemanes cada tanto cayeron sobre
algunos, y justo a mí me agarró la policía alemana hacia fines de la guerra, y efectivamente
varios de este grupo terminaron mal, los mataron. Yo estuve ligado a un croata
que era un cura de San Antonio (de Padua, nota mía), padre Plácido Cortese,
que era gran organizador de todo allá, era un rengo, chiquito, y qué se yo: a
él lo mataron los alemanes. Después en Trieste el jefe más o menos de este
grupo era un periodista de nombre Golsch. Y a Golsch lo mataron los alemanes
también. A mí posiblemente me salvó la policía italiana, porque la policía
italiana que me arrestó, y que no pudo tratarme porque era extranjero, me
entregó a los alemanes, al servicio secreto alemán, con unas acusaciones
cretinas, de que yo era comunista, que tenía tales y tales relaciones, y lógicamente
todo eso era falso y los alemanes que tenían mucho mejor categorizada la gente,
sabían que yo no era comunista, pero ellos no hicieron guerra a los comunistas,
nomás. Por lo tanto, un poco después averiguando el otro asunto, ellos supieron
que yo tenía contactos con Cortese. Pero Cortese también recibía (y los alemanes
lo deben haber sabido de la embajada suiza en Venecia) cierta plata para ayudar
los escapes, la gente escapada, especialmente los militares aliados que
escaparon en el 43. Y los italianos dijeron que yo recibía plata del exterior. Esto
era un cuento, pero a los alemanes no les importaba ya, en octubre de 1944. La
guerra ya estaba decidida, y ellos preferían que esta gente esté bajo un techo
en alguna ciudad porque si no podrían ir a la guerrilla, así por lo tanto esto
creo que me hizo bien, y los alemanes a mí me mandaron efectivamente a campo de
concentración de Alemania, pero yo quedé en Padua y Verona, nomás, y en Verona
me encontraron los aliados.
Estamos mezclando historia del montañista Arko e
historia del hombre Arko. Hay una tercera cosa. ¿Cuándo se despertó en usted el
gusto por escribir sobre historia y sobre temas de montaña?
A mí historia siempre me gustaba ya en el colegio, yo estudiaba mucho y leía
mucho de la historia, y efectivamente empecé a escribir llegando a Bariloche
porque después de todo lo que pasó con el grupo esloveno acá creía que es
necesario conservar esto un poco en la historia, y empecé a escribir.
Pero usted escribió no sólo sobre el grupo
esloveno…
Porque después
lógicamente escribiendo acá me pidieron también escribir para el anuario del
Club Andino Bariloche,
pero la primera intención, el primer empuje para escribir de eso era hacer ver
lo que hicieron los montañistas eslovenos en la cordillera sureña. Y me apoyaba
mucho el finado Federico Finó que era redactor de los anuarios,
y que arreglaba mis escritos tan bien que yo nunca tuve alguien que me
arreglaría los escritos tan bien. Porque estos escritos hoy todavía me gustan a
veces, y estaban hechos por un tipo que no tuvo ninguna escuela en castellano.
Pero él sabía corregir bien solamente los errores, no me cambió nunca ningún
sentido ni nada, y el estilo es ahora discreto.
Más allá del material escrito en revistas y
anuarios, usted ha escrito libros en esloveno, algunos de los cuales no están
traducidos al castellano.
El primer libro
que yo escribí acá con Dinko Bertoncelj fue Dhaulagiri, sobre la expedición
argentina de 54 a Dhaulagiri. Este libro efectivamente es de Dinko, pero técnicamente
lo escribí yo, pero él me contaba, yo le leía párrafos, él me corregía y qué se
yo. Era más trabajo que si lo hubiese escrito yo. Después escribí otro librito
que es “Cuentos del Nahuel Huapi”, que son los cuentos de los primeros años que
llegamos acá, gran parte de las ascensiones y prácticamente todos verdaderos,
pese a que están escritos en una forma un poco novelada, y hasta ciertos
cuentos, que no son verdaderos, estaban escritos sobre situaciones parecidas a
las que existían en ese tiempo en nuestro grupo. Después de esto escribí
todavía, ahora de viejo, Cerro Saihueque, en esloveno. Ah, después de Cuentos
de Nahuel Huapi escribí “Amor por carta”, que está traducido al castellano.
Esto es la vida andinística mía. No dice todo, porque son solamente cosas
clásicas. Y después escribí como decía, ahora de viejo, Cerro Saihueque, hecho
especialmente para gente de allá y viene acá y que quiere saber algo de
Bariloche y de nuestros primeros años, y en relatos breves expresar un poco la
idea de todo esto, especialmente la historia de Bariloche.
¿Se traducirán?
Creo que Cuentos del Nahuel Huapi sería lindo de ser traducido. Cerro Saihueque
no, es hecho para extranjeros. Y en cuanto a Dahulagiri tampoco tengo interés
porque Magnani lo escribió bien, escribió dos libros.
Usted olvida un libro muy importante,
que está por reeditarse, que es “Otto Meiling, un pionero de Bariloche”
Sí, pero esto
lógicamente es un trabajo en castellano nomás, y solamente para público que
conoce a Otto.
De todos sus trabajos, si hoy se los pone a leer, ¿cuál
le gusta más?
Mire, yo no sé.
Porque efectivamente en los tiempos buenos y de actividad yo no leía mis trabajos,
porque cuando terminaba de escribir algo tenía las ganas de escribir algo
nuevo. Ahora de viejo a veces leo mis trabajos, y no sé cual me gusta más. Lo
que sí, me quedaron varios libros nomás en mi cabeza, tanto dos en esloveno,
especialmente yo quería escribir biografía andinística de Toncek Pangerc, con
toda la vida andinística que teníamos en estos años, y cuando quería hacer esto
escribía Dhaulagiri, y después yo me puse el negocio, me casé y hubo tantos
problemas. El otro también era de esa época que quería haber editado, sería una
“sinfonía de Bariloche” o algo así, pensaba, y esto tampoco lo hice, y ahora
tengo algo preparado: los pioneros de andinismo. Ya hay, usted vio en los anuarios,
varias biografías, y yo escribí algunas más. Pero yo pensaba esto editarlo con
otros pioneros que yo no conozco, así que debería alguien ayudarme, y
efectivamente, todo se paró cuando en el Club no hubo más plata para esto. Esto
está en una capeta en mi casa. Esto, si a Toncek (hijo de Vojko, importante
escritor, nota mía) se le ocurre o a alguien, cuando yo no esté más puede
usarlo.
¿Cómo arranca el Club Andino Esloveno?
El Club Andino
Esloveno arrancó por una cosa completamente entendible. Cuando llegaron esos
seis eslovenos a Buenos Aires, muchachos que estaban dedicados a esquí y a
montaña, se sentían muy mal allá (en Buenos Aires, nota mía). Por cuanto
algunos de ellos ya en Europa sabían algo de Bariloche y del sur, empezaron a
soñar con Bariloche. Porque en 1947 estaban acá los esquiadores austríacos
invitados por el gobierno argentino. Cuando ellos volvieron a Austria Francisco
Jerman y Dinko Bertoncelj, Blas Razinger y algunos otros (que estaban en
Austria, nota mía) los encontraron, y les contaron de Bariloche. Yo por otro
lado en Italia leí antes de venir a la Argentina, en la universidad de Padua,
en la Biblioteca, todo lo que se pudo conseguir de Argentina. También pude ver
ya las fotos de la región de acá. Y cuando llegué a Buenos Aires era un tal
Milan Jagr, que era un pillo, que pensó hacer negocios, me habló enseguida de
Bariloche, que él tenía acá terrenos para vender. Y yo este terreno (que
ofrecía Jagr, nota mía) lo compré esa vez, y efectivamente lo tuve muchos años
allá en El Trébol, y lo regalé hace dos años a uno de mis hijos. Yo de ese
terreno pagué más impuestos de lo que valía. Pero mi hijo lo vendió y se hizo
el techo de la casa con él. Milan Jagr era de esta manera un poco el que hizo
propaganda para Bariloche, pero por cuanto anduvo con las ideas comerciales. Mientras
que yo que vine acá y empecé enseguida a mandar despachos a nuestra
colectividad en Buenos Aires, y de allá cuando llegaron esos muchachos de
Austria y hablaron de Bariloche, (alguien les dijo, nota mía) “sí, pero Arko ya
está allá, diríjanse a él”, y así vinieron Jerman, Bertoncelj, y qué se yo, por
esa relación.
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Primera cruz eslovena en Capilla |
El Club Andino Esloveno
nace acá en Bariloche. Nosotros no nos conocíamos de antes, o mejor se habían
conocido estos muchachos que vinieron de Austria, pero acá hubo otros que no tenían
nada que ver con ellos, y efectivamente el CAE nació por voluntad de Francisco
Jerman y Toncek Pangerc, porque ellos dos empujaron en esta dirección cuando
subimos la primera vez Cerro Capilla que era 4 y 5 de febrero (o 5 y 6) de
1951. En esa ascensión se hablaba de hacer un club esloveno, un club andino
esloveno acá. Y de hacer la cruz en el cerro Capilla. Parecían en ese momento
dos ideas locas: hacer un club con esas dos docenas de muchachos que no se
sabía cuánto tiempo quedarían acá, era algo bastante fuera de lugar. Y el club ahora
tiene 47 años (esto era en el momento del reportaje. El CAE fue fundado el 22
de febrero de 1951).
Y segundo, hacer
una cruz en el cerro Capilla era una locura, porque cerro Capilla de todos los
cerros acá cercanos a Bariloche era el más inaccesible, pero igual en 1952 ya
se puso la primera cruz. Estaba mal hecha, y por lo tanto se cayó, y en 1961 se
llevó la otra cruz arriba para no quedar como monos, y esa está bien hecha. La
hizo Jozko Simcic, que hizo también vivac Slovenia, en Capilla. De los primeros
de la reunión constitutiva del club esloveno, los únicos dos que estamos
todavía somos Blaz Razinger y yo, y de los primeros socios después todavía
estaba… después anotamos el otro día a Dinko Bertoncelj, Juan Fleré, Bara Remec,
y Francisco Jerman, que también estaba en la primera reunión pero él no está más.
Ha muerto en 1980, que no me podía imaginar que se muriera, él era efectivamente
el alma del CAE, y casi la gran parte hasta su muerte, presidente. Muy pocos
años no fue presidente.
¿Se puede decir que Francisco Jerman introdujo el esquí
de fondo en nuestro país?
Prácticamente se
puede decir que él, si no lo introdujo, por lo menos él, Fleré y Bruno Pértile
que era italiano, eran los únicos que dominaron bien la técnica del esquí de
fondo, esquí de fondo acá lógicamente era andar con esquíes sin ninguna
técnica, y cuando vino Odermann, suizo, antes que nosotros llegáramos, él
sorprendió a todo el mundo con su conocimiento de la técnica; ahora después
fueron esos tres que dieron el impulso, pero el único que se quedó
efectivamente siempre dando instrucción a todo el mundo, así que prácticamente fue
el padre del esquí de fondo argentino, era Francisco Jerman.
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Francisco Jerman |
Tanto así que en Ushuaia la pista de esquí de
fondo se llama Francisco Jerman
Sí.
¿Qué diferencia hay entre esquí nórdico, esquí de
fondo y esquí de travesía?
Mire, esquí de
travesía no es esquí de fondo. Se llama generalmente esquí nórdico es de fondo.
La travesía vendría a ser también esquí nórdico porque esquí en Escandinavia se
usaba no para hacer deporte sino para andar (risas).
¿Dónde se reunían en los primeros tiempos del CAE?
El CAE se reunía en Anasagasti 351
¿La famosa casita de Anasagasti?
Claro. Allá se fundó y allá se reunía varios años. Muchos de esos muchachos
vivían allá, porque allá tenían tres piezas y la cocina. Por tanto, estos eran
gente de diferentes diligencias caseras, dividían las piezas. Unos que eran los
viejos soldados con buenas costumbres militares y con ellos vivía Rino Barone,
que no era esloveno. Ellos tenían bien arreglado. La otra pieza era habitada
por gente menos diligente. Un pariente mío Rudy Arko, que este, una vez empezó
a decir: “ahora ya hay demasiada democracia”, y empezó a juntar la gente y
limpiaron un poco la pieza. La tercera pieza, donde estaban Klaus Adamcik,
Goulov (no sé si están bien escritos los apellidos, nota mía) y Toncek Pangerc, esa no la limpiaron nunca.
Por cuanto la cocina los arreglados no querían limpiarla por los desarreglados,
allá efectivamente estaba todo bien en desorden, y después de un año o algo así
Klaus Adamcik dijo: “bien, hay que hacer algo”, y llamó a Goulov y afuera estaba
la canilla porque adentro no tenían agua corriente, allá pusieron una manguera,
trajeron agua y limpiaron todo.
¿Está aún la casita?
Sí, está todavía.
Cuando ustedes llegaron aquí no llegaron con una
situación económica floreciente.
Sí, esto era un
pueblo de pioneros. Por lo tanto, acá en la ciudad existían lo que allá
llamaron hoteles, eran boliches para obreros. Yo no viví nunca en Anasagasti,
pero viví en La Véneta, que es donde está ahora la Hostería del Montañés, que
está cerrada, frente a Iglesia, allá en Palacios y O’Connor. Y otros vivían en
Fonda Gallo o algún otro boliche así.
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La Véneta |
¿Todos tenían trabajo?
El problema de
trabajo en ese tiempo no existía. Trabajo hubo. No lo que uno quisiera, no tan
bien pagado como uno quisiera, pero trabajo hubo. Hubo que elegir entre lo que
te estaban ofreciendo. Yo entré enseguida en (una casa comercial, nota mía) y
allá me quedé como 13 años.
¿Pero algunos tenían oficio, por ejemplo, Toncek
era albañil?
Si. Toncek era
albañil. Toncek trabajaba de albañil, Francisco Jerman también trabajaba con
Fleré, trabajaban en construcción también, hicieron cosas más o menos de
cemento algo así.
¿La Hostería de Jerman de Tronador?
Era de Francisco
Jerman y él la hizo solo prácticamente, porque Francisco Jerman después hizo
mucho y siempre trabajaba como burro y en gran parte solo, y él se casó y llevó
la mujer allá, la que después sería la gran dirigente del coro de niños y
jóvenes cantores de Bariloche. Ellos vivían en una carpa allá mientras él
estaba construyendo.
Dinko Bertoncelj pudo salir adelante también
cuando hizo su hotel Dhaulagiri
Bien. Dinko Bertoncelj salió más tarde, porque Dinko Bertoncelj cuando vino
primero trabajó en el Hotel Catedral. Él estaba un poco tratando de… él tenía
dificultad de aprender castellano, no tenía muchas ganas, no es que no podía.
Pero en Bariloche se podía vivir prácticamente con esloveno y alemán, y él
alemán lo hablaba. Y el dueño del hotel Catedral era alemán. Delai (no entiendo
el apellido en el audio, nota mía). No era dueño, era encargado, concesionario.
¿Dinko llegó a ser el mejor escalador argentino en
un tiempo?
Sí, de una cierta
época. Hasta que salió Fonrouge.
¿Dinko dominaba la técnica artificial también o
era trepador libre?
Era trepador
libre y artificial, como en ese tiempo no se hacía tanta distinción, porque lo
que a nosotros nos interesaba era abrir una ruta, llegar a un lado, pero ni
llenarlo de clavos ni gastar clavos si no era necesario.
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F. Jerman, J. Fleré, Dinko Bertoncelj |
¿Todos los miembros del Club Andino Esloveno
integraron lo que después se llamó la Shuma?
Bien. La Shuma es
la palabra que se dio de principio y quedó, la otra palabra era Yugo, que hoy
día está muy fuera de lugar, porque Yugoeslavia no está más, porque los Yugo
eran los ex soldados ingleses, que los llamaron allá “Yugo”, y era Fleré, Razinger,
Benigard (¿), y otros, que llegaron del ejército inglés. Porque esto de
ejército inglés es lo siguiente: en la parte norteña de Eslovenia, cuando los
alemanes la ocuparon lo proclamaron Alemania, y movilizaron gente, y alguien se
escapó, le sacaron la familia, la llevaron a Alemania, o la fusilaron, qué se
yo. Y por lo tanto a la gente no le quedó otro que entrar ejército alemán.
Jerman y Fleré estaban en Rusia. Jerman salió de Rusia de licencia y dijo:
cualquier lado pero no más en Rusia. Después estaba con guerrilleros
partisanos. Después dejó esto y se fue en los Domobransi*, en la parte blanca…
y Fleré le pasó lo que pasó la gran parte de nosotros: estaba rendido a Francia
y allá lógicamente la gente nuestra tenía la única idea de pasar el frente lo
antes posible. Y después vino como
soldado británico en Italia. Y así también los otros.
Un topónimo del cerro Capilla: Avenida de los Yugo
Esto vino de esta
época, cuando llegamos nosotros acá era siempre difícil hablar de Eslovenia
porque la nadie no sabía dónde queda, pero entre la gente que miró algún mapa
sabía que quedó Yugoeslavia, y por cuanto Yugo eran los ex soldados, después se
usó esto en la manera: Yugo peleó, Yugo robó, Yugo se fue de farra (risas)
¿Cuál es la realidad del CAE hoy?
Hoy el CAE está siempre convirtiendo más en club social. Ellos tienen la escuela,
se ocupan de las fiestas de colectividades, pero efectivamente la última cosa
de montaña que se hizo, la de Capilla, tenía también en el club mucha
oposición, porque dijeron que era una barbaridad gastar plata para hacer el
Vivac en Capilla cuando el club lo necesitaba para otras cosas. Después vino
una donación fuerte para el club y efectivamente todos estos problemas
financieros se arreglaron sin dificultad. Pero Dinko por eso después resignó,
por esa oposición que sentía siempre por todos los lados. Y lógicamente con la
nueva dirección de los jóvenes, ahora el presidente del club encontraron a Duk
que tiene 20 años menos que yo, y que es ingeniero, por lo tanto para
presentarlo en la sociedad figura bien. Pero de montaña no sabe demasiado.
¿Por qué el refugio Slovenia?
Bien, el cerro
Capilla era visitado mucho por nosotros, y especialmente cuando por ahí en los
años 80 empezó a hacerse la idea de hacer allá algo, y empezamos (yo también
trabajé los primeros años) de hacer la picada que se hizo. Se estaba haciendo
cuando en 1987 el fuego aniquiló el bosque así que era más fácil hacerla. Y
después casi todos los jóvenes eslovenos de Bariloche creían que era
absolutamente necesario subir una vez Capilla porque si no los iban a
considerar como inútiles, (risas) y mucha gente que vino de Buenos Aires también estaba con este cuento, así que
Capilla se puso muy eslovena montaña, pese a que no es efectivamente eslovena,
porque la primera ascensión la hicieron Meiling y Tutzauer, y cuando nosotros
llegamos ya hubo por lo menos 20 ascensiones
a Cerro Capilla, pero después lógicamente con toda esa invasión de eslovenos,
la Capilla… ahora tenemos dos lugares del CAE: Catedral Central, con la picada
eslovena con la Piedrita, y Cerro Capilla con refugio Slovenia.
¿La picada eslovena al catedral Central arrancaba
en el lago Gutierrez?
No, venía de Villa Catedral. Todo esto fue hecho no por Club Andino Esloveno
sino por Shuma. (risas) Y yo considero esta gente, los restos de la Shuma que
trabajaron allá en esta picada, que somos todavía: Dinko, Ivan Arnsek, Blaz Razinger,
yo y Jozko Simcic.
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Trabajando en la Picada Eslovena |
Cuando ustedes hicieron la picada, ¿la idea era
llegar rápidamente a las torres?
Bien. La idea
eran dos: uno que es razonable. Nosotros justo llegamos y queríamos hacernos
ver un poco. Y se trataba de todo ese grupo que era de muchachos que salieron
de la montaña, de esquí y muchos de la guerra, así que era la gente que más o
menos se arregló bien en la montaña. La otra cosa era lo que usted dijo: llegar
a las torres, para llegar a ser lo que hoy día después de tantos años es
efectivamente que el cerro Catedral es el centro de escalada de Bariloche y de
Buenos Aires.
Cuándo ustedes hicieron la picada el refugio Frey
aún no existía.
No existía, y
después conseguimos nosotros que el Club Andino… nosotros sabíamos que el
refugio en el lago allá no lo podíamos hacer, y el lago todavía no tenía
nombre. Y nosotros hicimos la Piedrita para pernoctar allá cuando veníamos
sábado de trabajar y volvíamos domingo. Y por lo tanto debajo de esta piedra se
hizo un vivac, que después se cerró y en 70 se incendió. Y después lo
rehicimos.
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Haciendo la Picada Eslovena |
¿Por qué se llama Petricek?
Petricek era el
presidente de la sección de Buenos Aires del CAE. Robi Petricek estaba
efectivamente muy muy dedicado al asunto, trabajaba, y él efectivamente podía
haber hecho mucha plata si no se hubiera metido en todas estas cosas eslovenas,
porque era buen confitero, y en Buenos Aires tenía siempre un buen empleo, pero
no se puso nunca a trabajar por propia cuenta lo que seguramente le daría mucha
más plata.
¿Se usa el refugio Piedrita ahora?
Si, pero lo están
abandonando bastante y lo están arruinando bastante durante el verano. Ahora
está abierto, justo para que no rompan la puerta, pero ahora adentro quemaron
los tablones de las camas e hicieron cualquier cosa. Yo no voy más, yo cuarenta
años estuve siempre ocupándome de la Piedrita, y cuando hubo algo al revés,
vine acá, hinchaba la gente que sabía hacer algo: eran (apellido incomprensible)
el carpintero, Jozko Simcic que sabe hacer las cosas, muchas cosas para que
vayan arriba y se arreglen, pero ahora la gente…
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Primer refugio Pod Skalko (La Piedrita) hoy llamado Roberto Petericek |
¿Cómo se llevó la gente del CAE con la gente del
CAB?
Eso era de
principio… lógicamente algunas… pero eran de nuestra parte, algunas cosas… que
algunos querían estar completamente… pero yo era
siempre de opinión contraria, que nosotros tenemos que ser del CAB, y en CAB
nos apoyaron mucho, Emilio Frey, Dr. Neumeyer, Godofredo Kaltschmitt, se dice todo el gobierno del CAB, así que en CAB
nosotros nunca teníamos problemas con el gobierno. A veces teníamos un poco de
problemitas de los jóvenes, porque es lógico, ellos después estaban también en
ese tiempo ya un poco en oposición a los viejos y querían que más plata de club
se gasta en esquí, y nosotros apoyábamos a los viejos. Ahora yo, que como
siempre que en club andino cuando se hace una asamblea allá hay 20, 30, 40
personas, y nosotros trajimos 10, 15 personas allá que todos votaron lo mismo, (risas)
pero eso por cuanto nosotros siempre apoyábamos los viejos, y ellos nos dieron
todas las ventajas que eran necesario tener de un club, porque nosotros no
pedíamos disparates. La gente nuestra salió con el Club en expediciones. Dinko
fue a San Valentín, y Toncek también, y Toncek fue después al Paine.
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Roberto Petricek |
Al Balmaceda también fueron
Al Balmaceda
también fuimos. Después Jereb fue al Paine y Ivan Arnsek fue a Balmaceda
Y Toncek encontró la muerte también en Paine
Sí, en una
expedición del Club Andino Bariloche. Así que el asunto con Club Andino siempre
era lo más posible bueno, nosotros lógicamente teníamos que ser en dos clubes,
y por tanto pagar dos cuotas (risas).
¿Cómo se llevaban con Meiling?
Con Meiling nos llevábamos bien. Yo siempre estuve arriba en lo de Meiling,
Dinko anduvo mucho con Meiling también.
Ya que estábamos con la Picada Eslovena. ¿Qué
recuerda de la construcción del refugio Frey?
A Giacomelli, el
picapedrero que subió en noviembre y bajó en abril. Picando piedras. Hace
muchos años que falleció Giacomelli. Pero lo puse en todos lados cuando
hablamos del refugio Frey porque efectivamente se merece ser recordado.
A él lo contrató
Wechler, que era el que estaba el primer año con el trabajo del Frey. Tenía
buena mano. El otro que trabajó allá era Santonato, el padre de Mariano.
Y otros dos chilenos. Pero terminar el refugio Frey fueron después Emilio
Hernandez y Pedro Strukelj, dos socios honorarios del Club Andino.
¿Pedro Strukelj también trabajó en la construcción
del refugio?
Sí, haciendo la carpintería. El Frey fue
inaugurado en 1957. En 55 empezaron. Dos temporadas. En la primera temporada el
que manejó todo era Wechler, que se cansó, después no siguió, no recuerdo más,
y la otra temporada lo terminaron Emilio Hernández y Pedro Strukelj.
Bueno. Volvamos a los eslovenos. Hablábamos
también de la Shuma
Shuma es una
palabra eslava, no es eslovena. En varios idiomas eslavos suma significa
bosque. En esloveno efectivamente se usa más bien para selva, bosque no
arreglado, jungla.
¿Hay muchas diferencias entre los distintos
idiomas eslavos?
Y, algo se entiende, pero yo por ejemplo polaco no entiendo mucho, casi nada.
Al croata lo hablo, checo lo sabía algo hablar, ruso lo entiendo algo, pero si
lo hablan tampoco lo entiendo. Más bien leyendo algo pude entender algo de
ruso.
¿Por qué eligieron esa palabra, Shuma?
Porque alguien dijo que nosotros somos Shuma, y eso agarró y entonces allá en
Anasagasti se empezó a hablar de Shuma, por bosque y después selva.
Pero no todo miembro del CAE era Shuma
No, no todos.
Después Shuma se dijo de los que esa vez trabajaron en la picada, y en Piedrita
y todo eso.
Hablando de “bosque”. En el 85 yo hablaba con
Meiling en su casa y me decía “el coligual ha muerto. Ustedes los jóvenes no
saben que es luchar contra el bosque de las montañas de Bariloche. Ahora no hay
caña coligue”. ¿Qué me puede decir de eso?
Nosotros
llegando, efectivamente la caña murió justo unos años antes. Pero ahora, desde
entonces hasta ahora la caña creció mucho, de nuevo hay bastante por todos los
lados. A nosotros nos dijeron que en 20 años de nuevo iba a morir la caña. ¡Qué
diablos! nosotros hace 50 años que estamos acá y no murió más la caña.
Pero ahora hay muchas más picadas abiertas que
cuando llegaron ustedes
Sí, sí. Hay
muchas más picadas abiertas. En ese tiempo únicamente picada al López, y al
viejo refugio Tronador también. Y también estaba al Ñireco. Todas esas picadas
eran todavía muy pobres, y ahora están sendas, están bien.
¿Qué rol cumplía Bara Remec en el Club Andino
Esloveno?
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Bara Remec |
Bien. Era socia
fundadora del Club Esloveno. Después ella era la que organizó junto con
(Roberto) Petricek el club esloveno de Buenos Aires, que era una sección, y que
efectivamente vivía de ellos, prácticamente. Ellos estaban tratando de traer la
gente acá, y estaban allá organizando las fiestas y mandaron la plata acá. La
sede del CAE en calle 9 de julio está efectivamente, empezó a hacerse con la
plata que mandaron Petricek, Bara y el CAE de Buenos Aires. Bara no tenía buena
situación económica. Era una inmigrante como todos nosotros y efectivamente
vivía de hacer recuerdos que se vendían después acá en Bariloche. Trabajo de
artesano que a ella nunca le gustaba mucho, porque a ella le gustaba mucho más
pintar, era gran pintora, muy considerada ahora, puede estar en Eslovenia
también, muchos años a ella le pasó como a nosotros que no nos conocía el
público de allá, pero ahora sí que puede ser conocida allá también. Y ella hizo
muchas exposiciones acá y en Buenos Aires y después vendía sus cuadros. Hacía
muchos cuadros. Después ella prácticamente adornó todos mis libros eslovenos y
también Amor por carta.
¿Quién le puso “pico Bara” a ese pico de Catedral?
Pico Bara le pusimos una vez yo, Dinko e Ivan Arnsek que fuimos a ver, eran los
primeros años, que llegamos a este col que está detrás de pico Bara donde se
baja después a Campanile. Y queríamos ver cómo está todo ese filo y llegamos a
la cumbre del filo, y allá uno se le ocurrió de poner Pico Bara. Creo que era
Ivan Arnsek. Y después empezamos a usar y ahora figura por todos los lados.
Y de Pico Bara se puede bajar a Petricek
Si, un poco
inclinado pero se puede bajar. Y Bara lógicamente dibujó Skalko (La Piedrita)
con todos esos dibujos imitando la pintura indígena, porque ella era muy
americanista.
Toncek Pangerc: muchos han dicho que fue del grupo
de los eslovenos uno de los más completos, aunque no era esquiador
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Toncek Pangerc |
Si, apenas estaba
aprendiendo a esquiar. Y él por tanto cuando fue a San Valentín tenía cierta
dificultad. Pero escalaba muy fuerte, y tampoco era escalador nato como Dinko.
Tenía una voluntad terrible. Él no era ni fuerte ni escalador nacido, ni era
esquiador y con todo eso consiguió en pocos años hacer lo que hizo como si
supiera que iba a morir pronto. Pero por eso también a veces tenía bastante
envidia a Dinko que lógicamente hacía todas las cosas con facilidad (risas).
¿Un escalador nace o se hace?
Qué se yo. me parece que nace, pero se puede hacer bastante. Yo no soy
escalador nato. Yo también tenía que un poco esforzarme para escalar. Pero
Toncek Pangerc, por ejemplo, desde Pampa Linda llegó al viejo refugio Tronador
en cuatro horas, que por lo menos eran 6 a 8 horas.
¿E Iván Arnsek?
Era un montañés y
también un escalador bueno. Estaba en la misma categoría de Dinko, de la
primera categoría, pero él no trepaba mucho. Pero yo trepé con él y lo vi
trepar y sé que era un escalador muy bueno. Ivan Arnsek después se retiró casi
de la montaña porque tenía 9 hijos y efectivamente tenía que dedicarse al
trabajo. Y la mitad de ellos ahora están en Europa.
¿Birger Lantschner?
Birger Lantschner
no era esloveno pero anduvo mucho con nosotros. Era austríaco. Y el que vivía
también con nosotros Rino Baroni, que era italiano de Sub Tirol. Éste a veces
se menciona en los primeros años y el 55 volvió a Europa. Ahora vive en
Stuggart, Alemania. Nunca más volvió acá.
Los Skvarca nunca
estaban acá y vivían en Buenos Aires.
¿Pedro Strukelj?
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Pedro Strukelj |
Pedro Strukelj no
pertenece a nuestra emigración. Él estaba acá ya antes de la guerra. Strukelj
vino por ahí en 29/30, y después vino acá a Bariloche en 1939 con la primera
construcción de Llao Llao. Y allá se lastimó algo la mano y tenía que volver a
Buenos Aires, pero cuando se quemó el Llao Llao él vino de nuevo y después
quedó, pero en 42 él anduvo después en la montaña con Schmoll y en 42 subió a
López, allá se encontró con Neumeyer y Frey y él después agarró el refugio de
López, lo administraba algún año. El primitivo López.
Pero luego estuvo de refugiero en Frey bastante
tiempo
También enseguida
cuando se terminó el Frey estuvo de refugiero en Frey, pero la mujer no quería
que fuera refugiero. Murió hace poco, tenía 87 años. Hoy debería tener 88. Era
del 22 de junio.
Ya que hablamos del Hotel Llao LLao, ¿Qué
recuerdos tiene usted de Ezequiel Bustillo?
Yo no conocí a
Ezequiel Bustillo de nada. Así que nomás lo conozco de lo que dicen los que lo conocieron.
El escribió un libro que seguramente usted conoce. Yo a él no lo conocí. Ya no
estaba cuando vine, porque él renunció en 44. Porque él era amigo de Pinedo, y
cuando Perón hizo arrestar a Pinedo, porque Bustillo también era del grupo que
era contrario al peronismo por lo tanto renunció.
¿Qué tiene usted que ver con el nacimiento del
cementerio de los andinistas?
Esto era una idea
que surgió en esta época, por ahí 65, 66, y que efectivamente ni sé bien cómo
se manejó en ese tiempo en el Club Andino. Pero recuerdo bien que estábamos
Godofredo Kaltschmitt y yo que fuimos a mirar dónde se podría hacer cementerio
andino. Y creo que también se ocupaba de eso, algo, Gregorio Ezquerra, quien
después se accidentó en López y era después de los primeros que ocupó el
cementerio. Y recuerdo todavía que él, Sifuentes y Clerch eran los primeros que
estaban sepultados allá. Y Clerch lo trasladamos desde cementerio, estaba 10
años sepultado en cementerio acá común, y lo sacamos con Botazzi de allá, y lo
trajimos, se hizo un ataúd nuevo y se lo sepultó en el cementerio andino donde
él verdaderamente correspondía estar.
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Homenaje del CAB, en el Cementerio, en el día del montañés |
¿Clerch tenía familiares acá?
No, Clerch estaba solo y el único familiar que tenía era una hermana en España,
con la cual yo alguna vez me escribí y le mandé ahora también una fotografía de
la tumba, porque hace un par, dos, tres años apareció un pariente postizo de
ella, ella está casada y él era un pariente del marido que vino acá y él creía
que ya nadie se acuerda más de Clerch, y lógicamente sabemos dónde se mató,
subió cerro Capilla, era un tipo muy…
¿Cómo fue la muerte de Clerch?
Wenceslao Clerch
murió de una manera bien estúpida y todos teníamos un poco la culpa, porque
estaba transportando el material para un vivac que después nunca se hizo en el
filo que está entre Jerman (la Hostería de Francisco Jerman, cerca de la
Garganta del Diablo en Tronador, nota mía) y el Castaño Overa.
Allá detrás de Jerman hay un zanjón de piedra que se llega allá en el filo. Y
en el filo hay una roca que hay escalar unos pocos metros para llegar al filo.
Cuando nosotros fuimos allá con carga éramos Davorin Jereb, Clerch y yo.
Fuimos, no queríamos pasar por lo de siempre porque allá hay un paso un poco
engorroso y habría que sacar el material (de escalada, nota mía). Fuimos a la
derecha donde Madenzki
nos dijo que el paso más fácil, y efectivamente era más fácil. Cuando llegó
Jereb allá, se fue y trepó. Llegué yo. Donde pasó Jereb no me gustó. Fui un
poco a la izquierda. Cuando estuve allá casi se me sale una presa y casi me
caigo, pero tenía buenas presas así que no me caí. Y dice Clerch: “Che Arko, ¿cómo
andas?” Y dije “Mirá, es un poco… tengo un poco de inconvenientes o algo asi”,
le dije. Él hizo un paso atrás, después yo subía y en eso sentí una caída de
piedras. Y llegué arriba, que eran pocos pasos, y allá estaba Jereb fumando el
cigarrillo. “¡¡Che!! estás tirando la media montaña abajo!! Después se acerca
al donde se veía abajo: “Pucha, -dice-, se cayó”. Y abajo eran cien metros de
desnivel. Porque cuando se cayó quedó todavía… el cayó sobre un terracín
inclinado, y posiblemente si no tuviera la carga allá para, pero la carga lo
tiró y después tenía 100 metros de caída, después todavía se fue 100 metros por
el otro zanjón que baja a Castaño Overa. Lógicamente… era complejo. Y el paso
no era difícil, porque yo nunca… es más recuerdo como después con Jereb bajamos
sin problema ninguno allá. Pero el asunto es que nosotros hicimos mal de no
proteger este paso, porque efectivamente era peligroso y teníamos carga. Por lo
tanto, deberíamos llegar allá, sacarnos carga y encordarnos. Porque a Clerch
posiblemente toda esa piedra volcánica, le falló una presa, si estaría apoyado
por arriba a lo mejor no se cae. Por lo tanto, yo sé que teníamos culpa todos
allá, y Clerch era el más cauteloso. Por lo tanto, él si hubiéramos tenido
algún poco experto seguramente diría “hay que poner la soga”. Pero éramos tres
escaladores, no quería decir que no se puede ir.
|
Wenceslao Clerch y Vojko Arko |
¿Wenceslao Clerch fue el introductor de la
escalada artificial en nuestro país?
Bien, mire, no es
esto. Pero él sabía escalada artificial y la usaba. Porque él la única cosa que
subió acá de primera era aguja Frey, pero él estaba hablando mucho en ese año (él
estaba un año nomás entre nosotros) de las agujas de Catedral. Él tenía la idea
que todas las agujas del cerro podían ser escaladas, y qué se yo. Y él cuando
vino acá la primera cosa encontró acá en el Parque a Manolo Puente. “Che ¿que
hay difícil acá de escalar?” (le dijo) “Che, Campanile Esloveno”. “Bien: vamos
allá”. Y así yo los encontré cuando estaban subiendo para Campanile, y todavía
le di algunos datos que sabía. Después sé que cuando subieron y después a
Clerch le hicimos una invitación al Bar (no se emntiende) a festejar.
Ya que estamos en este tema: Meiling, con todo lo
que hizo en el parque, le quedaron dos primeras que no logró, que él hubiese
querido hacer
|
Manolo Puente y Otto Meiling |
Efectivamente
Catedral y Tronador.
Ahora: en realidad el trabajo de Fischer fue
preparado por Meiling casi totalmente. Fischer resolvió con dos o tres clavos
la última parte. ¿Cómo fue visto eso?
Si, si, la última
parte. Y bien, acá en ese tiempo los escaladores eran 10, y el asunto era…
Meiling estaba rechazando la escalada artificial. Ahora los clavos de Fischer
los sacaron los muchachos, y yo estoy protestando porque deberían quedarse como
recuerdo. Si ellos no querían ir por los clavos tenían todo el derecho de
trepar por fuera de clavos, que ahora efectivamente se pretende de trepar esa
parte en libre, ahora se puede, pero en los tiempos de Meiling y Fischer no se
podía. La diferencia está en el material, el entrenamiento, zapatillas, porque
los primeros que treparon (yo por algún lado lo anoté) los primeros que
treparon esta parte sin clavos de Fischer eran Birger Lantschner y otro suizo
que no recuerdo el nombre, que llegaron del Fitz Roy y de la pared sud de
Aconcagua. De todas maneras yo los encontré justo en Frey y me dijeron que
habían escalado esto… después lógicamente Sebastián
y los jóvenes… todos… hoy día los jóvenes no quieren nunca usar los clavos de
Fischer. Dinko me contó que estaba subiendo con el hijo Andrés, que resultó un
gran escalador, y dijo yo subí por los clavos, y el otro (risas) sin los
clavos.
Yo sé que usted tiene una preferencia muy grande
por el cerro Capilla
|
Cerro Capilla desde el Cº López |
Si, yo estuve
como 18 veces en Cerro Capilla. Ahora me ganó Dinko. Él se metió a hacer el
Vivac y efectivamente el vivac en el pueblo lo hizo Jozko Simcic, pero allá
arriba lo armó Dinko, con los chicos que lo ayudaron. Él consiguió del Ejército
helicóptero para llevar el material, y después estaba muchas veces allá arriba,
hizo transportes porque él tiene barco.
Han bautizado con el nombre de Dinko un cerro que
está atrás de Capilla, al Oeste
Si, porque el
asunto es que en el mapa militar
cerro Capilla no figura, figura solamente el punto superior a 2000 y no tiene
ningún nombre. Cerro Capilla el mapa militar lo enchufa a un cerro detrás del
cerro Capilla, sobre laguna Tristeza, y este está triangulado 1958 y así
nosotros sabíamos que está mal puesto, además después por todos lados figuraba
Capilla como 1958, y desde cumbre de Capilla se ve que Capilla está más alta.
Pero después encontramos en el libro de Lljungner,
Lljungner estaba de 32 a 34 acá, y él en el mapita de él da 2167 la altura de
Capilla. Y después yo encontré un viejo mapa de la Comisión de Límites donde
Capilla está correctamente marcada y le da altura 2150 (risas).
¿El trabajo de Lljungner no está traducido?
No, pero está en
alemán, felizmente no en sueco. Él era sueco pero escribía ese libro en alemán
porque era más factible que lo lean en alemán que en sueco.
¿Cómo fue la inauguración del refugio Slovenia?
|
Armado del refugio Slovenja (hoy Dr. Vojko Arko) |
Estuvieron 5
supérstites de la vieja Shuma. Dos llegaron con sus propias fuerzas, y tres
fuimos en helicóptero, de los cuales Blas Razinger y yo no pudimos más subir,
pero Jozko Simcic quería ir en helicóptero (risas) Jozko Simcic en estos
últimos tiempos estaba siempre en oposición con Dinko porque él quería que se
ponga en algún otro lado. En Capilla el vivac se ponía poner en 10 o 15 lados,
pero finalmente lo eligió Dinko el lugar y no nos gustó y efectivamente después
él se dejó persuadir porque estaba de
este lado del arroyo, y un poco la presión de la nieve que viene del filo podía
ser muy fuerte, por lo tanto se puso de otro lado del arroyo, pero éste (Simcic,
nota mía) quería de otro lado también y
efectivamente después no quería más subir… era también un poco de excusa,
porque ir a trabajar allá arriba era… ya
él pendiente de sus 70 años, pero era fuerte él podría haber ido.
|
Vojko (centro) y otros en la inauguración |
¿Dónde está el refugio sería el valle de los
pozones?
Si, bueno, yo lo
llamo valle de los pozones pero eso se dice, yo allá puse adelante que el
refugio está en la parte superior del valle del arroyo Capilla.
Ya que hablamos de topónimos: ¿Por qué llaman Punta
Princesas a esa punta del Catedral?
Las tres
princesas es un nombre que efectivamente “La Princesa” era el nombre que dieron
a la punta más alta los esquiadores del Club Argentino de Esquí, CAS. Después
empezaron a veces llamar Punta Princesas lo que es la cumbre sobre las canchas
de esquí, que efectivamente no es esto. Después finalmente se descubrió que allá
hay tres puntas que son “Las Princesas”, así que por lo tanto yo empecé a usar
“Las Princesas”, la punta más alta es la que los del CAS llamaron Punta
Princesa. Porque donde siempre empezaron a esquiar es Punta Nevada, encima del
Refugio Lynch.
¿Qué otros cerros de la zona le merecen cariño y
respeto?
Bien. Yo
lógicamente el cariño lo tengo al Catedral Central, a la pared norte del López,
que son mis… pero respeto más que todo merece el Tronador, que es la montaña
difícil con glaciares y todo. Después otras montañas que me gustan también como
Bonete, después el Cuernos del Diablo… qué se yo… hablar de montañas lindas es
difícil porque son casi todas montañas lindas, pero a mí me gustaban más las
que hay un poco de escalar… nunca escalé Crespo, que me falta, de los que están
porque siempre hubo un problema… ¿por qué yo subí Capilla o López tantas veces?
Porque eso se puede hacer sábado y domingo, uno tenía pocas veces dos tres dos
o tres días de vacaciones, y si tenía vacaciones largas nos íbamos a otros
lados.
Podemos decir que cuando ustedes se establecieron,
esto fue lo que les vino en contra del espíritu deportivo, porque las grandes
expediciones sólo pocos las podían hacer…
Sí, porque cada
uno estaba con su trabajo.
Qué nos puede decir de Carlos Sonntag
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Carlos Sonntag en Chamonix |
Carlos Sonntag es
efectivamente la persona acá que mucho hizo para el andinismo, y que hizo
efectivamente propagar el andinismo entre turismo de Buenos Aires. Carlos
Sonntag tiene mucho sentido comercial,
por lo tanto él podía haberse hecho mucho más patrimonio quedando en el pueblo,
porque arriba tenía mucho trabajo y ganancia relativa, siempre. Y él trabajó
allá para hacerse refugio tres años, y trabajaba generalmente mucho solo, y
después buscaba alguien que lo ayudaría. Y finalmente se le derrumbó la salud,
cuando ya casi tenía el refugio hecho. Pero el problema de Sonntag, yo le digo
siempre, él se hizo un patrimonio normal, tiene más o menos suficiente para
vivir y para la familia, y vivía toda la vida como él quería. Eso es el asunto
que por lo tanto… ¿para qué más plata si vivía como quería? Pero él sabía muy
bien vender el López para ganarse cuatro pesos, porque él por ejemplo llevaba
la gente a trepar, y felizmente nunca tenía mala suerte con nadie, pero él se
llevó diez tipos a trepar la Torre del López, total ir hasta abajo de la torre
no hay ningún problema, después puso dos o tres en una soga y los llevaba a la
torre y los otros tenían que esperar, después los bajaba y qué se yo. Y cobraba
a cada uno 10 o 20 pesos, y eso para él era tarifa de guía, pero cada uno que
trepaba con él pagaba poco… Yo recuerdo que estuve allá en carnaval. Él estaba
llevando la gente al pico Turista, o muchas veces hasta la Hoya nomás, que no
hay ningún peligro ni ninguna dificultad de nada, y fue él fueron las hijas,
cada una con diez personas, y la mujer, y el peón (risas) y a cada uno le
cobraba poco, pero todos juntos era plata.
Él era buen
escalador. Hizo el curso en Chamonix, y después él no fue esa vez en Himalaya
no me recuerdo más por qué, sería uno de los candidatos, otro era Pedro
Strukelj que tampoco fue. Justo Sonntag cuando eran estas expediciones tenía
familia chica, y recuerdo que para ir a San Valentín hasta le dieron un pequeño
aporte a él único, de la comisión que fue a San Valentín, para mantener la
familia mientras que él estaba en el sur.
¿Y Birger Lantschner?
Birger Lantschner
era buen esquiador y buen escalador, pero después cuando se casó dejó
prácticamente todo, ahora no va a ningún lado. Y además él se hizo después un
empresario de transportes. Él en ese tiempo anduvo mucho con nosotros, y era
compañero de Toncek Pangerc en escalada. Él es más joven de mí, tiene diez años
menos que yo. Debe estar por 65 o 66.
¿Y Heriberto Reichart?
Heriberto Reichart
anduvo con Meiling. Y él era arquitecto de acá de Bariloche. En todos los
anuarios hay alguna salida de él. No era escalador, pero tampoco era uno que no
conocía la montaña. Era cliente de Meiling, y Meiling lo llevó a la cumbre del
Tronador también, además varios cerros de cierta importancia.
La discusión famosa de Meiling con Hans Nöbl: ¿en
realidad tenía razón Nöbl…?
Por Catedral
tenía razón Hans Nöbl, eso sí que yo lo digo siempre, como yo digo en mi libro
yo no tenía ninguna simpatía para Nöbl y todas para Meiling pero me parece que
Nöbl eligió bien, porque Catedral está cerca de Bariloche, y el camino allá no
presentaba ninguna dificultad, pero Meiling quería que el centro sea cerro Otto y su casa, esto
era para dos o tres docenas de gente nada más, y por lo tanto quería hacer un
centro como lo conoció Nöbl en Europa, y él era además muy buen esquiador y
gran perfeccionista de escalada, él quería canchas altas por lo tanto.
¿Cuánto tiempo estuvo Nöbl acá?
Él vino justo
antes de la guerra, primera vez vino en 36. Después volvió en 38, creo, que
empezó también a hacerse trabajo de Catedral. Y después quedó acá por cuando
empezó la guerra europea, por lo tanto, él estaba toda la guerra europea acá, y
terminada la guerra europea él trataba de volver… él estaba acá cuando yo vine,
yo le compré hasta un terreno, y Nöbl después salió de acá cuando de nuevo
encontró trabajo en Europa porque él era profesional de equí. El acá ganaba más
vendiendo terrenos. Para él esquí era la manera de hacer venir la elite de
Buenos Aires, que en ese tiempo el esquí era una forma muy importante parta la
clase alta, ¡alguien que era esquiador era algo! (risas)
Acá en el ambiente de montaña Nöbl despertó una
cierta resistencia…
Y sí, porque él,
lógico; como le digo: Meiling no lo podía ver y algunos otros también le tenían
bronca, porque además era muy mercachifle… hay tantos cuentos de Nöbl… una
mujer de Buenos Aires lo invitó a tomar té por la tarde. Nöbl vino, allá
charlaron, lógico qué van a charlar: de la montaña, de esquí, si la otra era
esquiadora. Cuando él se fue a casa le mandó una cuenta por lecciones de esquí
(risas). Otro cuento de Nöbl era cuando él vio un amigo en la calle de Llao
Llao, allá abajo. Paró, dijo “¿quieres ir al pueblo?” “Si”, “Bien, te llevo”. Y
cuando llegó acá dijo: “tanto y tanto” (risas).
Ya que estamos recordando anécdotas: hoy tenemos
que al lado de la cumbre de Capilla está la cumbre de Blas. ¿Por qué?
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Blas Razinger, Dinko Bertoncelj y Francisco Jerman |
La cumbre de Blas
está porque en la primera ascensión nuestra del 51, Blas Razinger se le ocurrió
que la cumbre ésta es la más alta, que está un poco más atrás, que sea más
alta. Y cuando estábamos subiendo por ese zanjón de hielo entre la cumbre
principal y cumbre de Blas, estaba allá discusión. Más empinado que era más
discusión hubo. Yo recuerdo a Juan Dujovnik, el loco ese, estaba con taco
adentro en el hielo; el otro con pierna afuera y gritando: “Blas, vos sos un
burro” (en esloveno) (risas). Se ve a simple vista que es más baja, pero no sé
por qué a Blas que generalmente bien atento en las cosas pequeñas, que se le
ocurrió esto. Cuando llegamos después arriba del couloir (canaleta, nota mía),
Blas se fue a la derecha y subió Pico Blas. Mientras que nosotros fuimos a la
cumbre principal. Luego reconoció que nosotros estábamos más alto (risas).
Si usted tuviera que planificar la expansión de la
infraestructura de apoyo al montañismo en la zona. ¿Dónde haría refugio? ¿Qué
picadas haría?
Mire: yo por el
momento no haría más refugios en ningún lado, efectivamente. Pero yo quisiera
que se haga alguna cosa con los refugios que están. Por ejemplo, yo siempre
estaba insistiendo que se ponga una vez en otoño o en primavera una semana de
trabajo alguien para abrir bien el camino al lago Mascardi por la Casalata,
porque es una vergüenza que llegás allá y no puedes, eso no es una senda que
figura en algunos mapas. Eso es cualquier cosa.
Otra cosa que yo tendría la idea, que también en Europa ahora están protestando
mucho, pero yo empecé a escalar efectivamente en las rutas un poco protegidas,
las vías ferratas. Y yo haría una vía ferrata por la pared norte del López, y
lo mismo un caminito después podría algunos clavos para hacer el paso de Lago
Jakob a Laguna Negra donde hay el paso de escalada, para que pueda ir
cualquiera. Ahora siempre se hay que considerar eso como peligroso. Una vía
ferrata puede ser peligrosa también, pero es peligroso andar por la calle…
Lo que cuestionaban de las vías ferratas es que
dan una sensación de seguridad que no siempre se justifica. Entonces mucha
gente inexperiente se larga…
Si. La tercera yo
la haría desde la terminación del glaciar Negro, allá del otro lado hay un filo
que lleva derecho al viejo refugio (del tronador, nota mía). Y para subir a
este filo es una escalada relativamente fácil, y esto sería un camino al viejo
refugio muy importante, porque el viejo está muy abandonado.
Yo era padrino del refugio Otto Meiling, porque quería sacar todo ese batifondo
de turistas y excursionistas de allá, del viejo refugio, para que vayan a otro
lado, y se hizo un refugio grande para que toda la gente tenga lugar, y creía
que los escaladores iban a quedar en viejo refugio, pero no…
¿Sus hijos han heredado de usted el amor por la
montaña?
Y bien, Toncek
si, Toncek y Clemente son los dos que acá están en asunto de montaña, y
Clemente más bien estaba más bien heredó a Francisco Jerman, porque él anduvo
con Francisco, en las carreras de fondo, y para él todavía se ocupa de carreras
de fondo, pero ahora con este refugio lógicamente tiene que ocuparse con cosas
materiales. Él se
hizo también la casa en los últimos años, compró el auto. De todas maneras, él
trabaja en la montaña. Y este año va a trabajar mucho peor del año pasado
porque hay falta de nieve…
Toncek después hizo lo que era escalador bueno, él sabe esquiar sin haber nunca
hecho especialmente algo en esquí, pese a que él a veces corría también a veces
fondo, y también Gregorio corría fondo. Y después él se puso en escribir y
redactar, porque todos los últimos anuarios, de 82 hasta ahora fueron
redactados por Toncek. Además escribió la guía, siempre en cooperación con
Izaguirre. Pero ahora está mucho metido con el diario Río Negro, porque también
debe trabajar porque por algún lado debe tener alguna entrada. Él ha estado un
cierto tiempo encargado del refugio Frey, como tres años él y Hulskamp tenían.
Después él dejó eso porque mucha ganancia no daba, menos para dos personas.
¿Pertenecía al grupo de ustedes Bozo Vivod?
Bozo Vivod era de
Buenos Aires y él Thomas Kralj lógicamente tenían alguna relación con nosotros.
Thomas Kralj era cuñado de Francisco Jerman, el hermano de la señora de Jerman.
Y Bozo Vivod era un amigo de él, así que venía acá a trepar con él.
¿Vivod y Kralj mueren en Tronador?
Vivod y Kralj
mueren en Tronador. Nunca sabíamos bien como era el accidente. Ellos salieron
una tarde de lo de Jerman, vivaquearon en el Filo del Camping, en unas cuevas
que se usaron en ese tiempo para vivaquear, el otro día ellos subieron al Pico Argentino
del Tronador, porque hay firma de ellos allá arriba, y no volvieron nunca. El
otro día a las 11 por la mañana empezó temporal en el Tronador. Debe haber sido
justo en la cumbre. Después creemos que ya bajando de la cumbre a lo mejor cayó
Kralj que era mejor escalador y se llevó al otro también y se cayeron del otro
lado en los precipicios de la parte chilena. pero Jorge Skvarca allá trepó bastante buscando y no encontró
nunca nada. De este lado lógicamente si bajaban por la ruta normal hay cantidad
de grietas que especialmente con un temporal no se ve nada, podían haberse
hasta perdido. Pero lo que yo no puedo entender que Thomas sabiendo que de
verano las temporales no son muy largos no trató de esconderse en una grieta y
esperar.
¿Gregorio Ezquerra se mató en el López?
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Gregorio Ezquerra |
Gregorio Ezquerra
se mató en López y se mató de manera bastante zonza, porque él nunca podría
creer que se va a morir 100 metros detrás del refugio, pero atrás del refugio
usted recuerda que hay un paredón. Encima de ese paredón estaba con dos
muchachos de Buenos Aires, que no eran ni andinistas ni nada. Y estaban
volviendo de no sé dónde fueron, la Hoya, Turista o algo así. Y cuando estaban
arriba del paredón allá se les zafó un colchón de nieve, y los llevó abajo. Uno
se zafó de este colchón antes de la caída. Dos volaron. Cuando aterrizaron, uno
que era el que no sabía nada de montaña, empezó a contar sus huesos, vio que no
le falta nada, se levantó. Y Ezquerra quedó allá, porque en la caída, yo lo
levanté a Ezquerra, yo fui con la comisión e auxilio, así que yo sé: él tenía
una gran herida acá abajo (se toca la cabeza, nota mía), así que en la caída
tocó con la cabeza en la roca y lógicamente lo mató. Mientras que el otro voló
nomás sin tocar la roca, aterrizó nomás abajo en la nieve, los dos aterrizaron
en la nieve. Y Gregorio Ezquerra se mató. De esto después hubo una… no sé, Centeno
acá escribe cosas de la historia pero son novelados. No sé si usted vio el
asunto de Primo Capraro. Eso está muy novelado. Y así también él noveló algo de
Cementerio Andino, pero allá vino por lo menos a preguntarme, pero de Ezquerra
escribe que no se sabe dónde murió, que parece que se murió en el Filo Norte
del López. A Esquerra lo sacamos nosotros del zanjón de nieve donde cayó y lo
bajamos acá, así que sabemos muy bien donde murió, y hasta cómo murió, porque
le digo: yo vi esa herida fuerte en la cabeza que lo mató.
En cambio, Otto Meiling murió en la cama de un
sanatorio…
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Otto Meiling en sus últimos tiempos |
Bien, sí. Otto
estaba en el sanatorio y todavía la mujer que lo atendía, Norma, decía: “pero
Otto debería morir allá arriba”. Y le dije: “¿cómo te hubieras sentido si Otto
se hubiera muerto allá? Ahora sabés que está en un sanatorio y que no tenés
ninguna responsabilidad de nada”.
Estaba en el
sanatorio con un problema renal y le dieron alta, para el día cuando murió le
dieron alta. Le vino un ataque y murió. Él no quiso estar en el cementerio
andino. Él quiso estar en su casa. Él se hizo él mismo la tumba allá arriba. Él
eligió el lugar y todo, y por lo tanto se lo sepultó ahí.
Hasta aquí la
“charla andina” mantenida con el inolvidable Vojko. Vaya esta transcripción
como homenaje a su memoria, a su vida de escalador, a su estatura intelectual. Y
quizá ayude a reconstruir o recordar algunos aspectos de la historia
andinística de las montañas de Bariloche.