jueves, 22 de agosto de 2019

Las batidas en la búsqueda de personas extraviadas o accidentadas

En búsqueda de personas extraviadas en el terreno agreste, llamamos batir a la tarea que realiza una cuadrilla de búsqueda y rescate recorriendo un área que le fue asignada, buscando indicios que la lleven hasta el punto en donde se encuentra la víctima a rescatar.
Dicho de otra manera, batir es caminar buscando algo. Cuando una cuadrilla conoce el lugar en el que se encuentra la víctima, y se traslada hacia ese lugar, no está batiendo. Está yendo a auxiliar a la víctima.
Recordamos en este punto algo que ya hemos dicho: localizar y llegar son cosas que a veces constituyen pasos separados (primero se localiza y luego se llega, o sea: vamos hacia donde sabemos que tenemos que ir) y otras veces se localiza cuando se llega. En este último caso, se localiza batiendo, y la batida culmina con el hallazgo de la persona.

Batida cerrada

Llamamos batida cerrada a aquella que se realiza en un área delimitada previamente, que se recorre e inspecciona en su totalidad. Para ello hay que cuadricular el área a batir delimitando sectores manejables (siempre en función de la cantidad de personal disponible). Se baten estas zonas con la técnica del rastrillaje, que consiste en que los rescatistas marchan siguiendo una misma línea de búsqueda (uno al lado del otro) con una distancia entre rescatistas que no puede ser mayor al área avistable, esto es: el rescatista de la derecha debe poder ver y revisar su sector, hacia derecha e izquierda, hasta el área que pueden revisar sus compañeros de cada lado. De otra forma, quedarían espacios sin revisar. ¡Hay que recordar que la víctima puede estar desmayada, postrada en el suelo, imposibilitada de pedir auxilio a viva voz, por lo cual la búsqueda debe ser minuciosa! La trayectoria de los rescatistas, al batir en rastrillaje en una batida cerrada, ha de ser lo más recta posible. Como en cualquier tipo de batida, la búsqueda ha de ser minuciosa, revisando arbustos, roquedales, depresiones en el terreno donde la víctima podría haber caído, etc. El jefe de cuadrilla ha de cuidar que los rescatistas marchen en conjunto, sin adelantarse ni atrasarse demasiado.
Veremos enseguida que podemos usar esta técnica en extensiones más grandes, cuadriculando zonas más extensas y previendo una táctica de batida de forma que ninguna cuadrícula quede sin explorar.

Batida abierta

Hay veces en las que la topografía o la configuración de una zona desaconseja o impide realizar una batida cerrada, por lo que deberemos optar por una batida abierta. La batida que llamamos abierta se realiza siguiendo una línea de conducción, que puede ser un camino, un curso de agua, un filo montañoso o incluso una persona que actúe como navegador siguiendo un rumbo definido. A cada lado de esta línea de conducción, marchan los rescatistas batiendo (minuciosamente también) el área que les corresponde.

La batida o búsqueda en espiral, que no es fácil de realizar en lugares de vegetación cerrada o con presencia de obstáculos (orográficos o hídricos), se realiza en torno a un punto de partida (que puede ser el UPA) describiendo una espiral que se aleja progresivamente del punto inicial. Este tipo de batida es recomendable para una batida inicial rápida alrededor del UPA, o cuando se dispone de pocos rescatistas.

La batida o búsqueda en abanico, usada cuando se cuenta con numeroso personal, consiste en partir de un punto dado (por ejemplo, el UPA) y desde allí recorrer líneas rectas que se van alejando progresivamente del punto inicial. Hay que tener en cuenta, sin embargo, que a medida que nos alejamos de este punto inicial, la distancia entre los rescatistas aumenta, por lo cual pueden quedar zonas sin explorar convenientemente. Por ello, se recomienda para áreas no demasiado extensas, y mejor si están delimitadas naturalmente, como valles que se abren progresivamente, o conos de deyección, o cuencas delimitadas por montañas, a ambos lados, partiendo por ejemplo de la parte superior de la cuenca, hacia abajo. También podría realizarse esta técnica de forma inversa, montando una línea de rescatistas que baten acercándose a un punto de encuentro, en lo que sería un abanico invertido, pero para ello sería necesario que los rescatistas contaran con brújula o GPS, para converger al punto de reunión.

La batida o búsqueda por rumbo invertido, finalmente, se realiza partiendo de un punto dado (el UPA, por lo general) y mientras un grupo de rescatistas marchará hacia el punto de destino de la persona o las personas extraviadas, otro lo hará recorriendo el camino inverso, por si hubiesen deseado retornar al punto de partida. La batida, en este caso, se realiza haciendo zigzags en torno al recorrido que se prevé hayan podido hacer los extraviados.

Cabe destacar que en todos los casos es menester que, al planificar la batida sobre la carta o el mapa, se consignen los puntos críticos, esto es: los lugares en donde podría una persona experimentar dificultades: cruce de corrientes de agua; zonas con animales peligrosos; barrancos; neveros; glaciares agrietados; vegetación densa, etc. dado que en esos sitios es más probable que podamos encontrar indicios o incluso a las personas extraviadas.

El rastrillaje

Siendo la forma más usual de batir, en la que los rescatistas van en una misma línea frontal, separados por una distancia que les permite observar cuidadosamente el terreno a su derecha e izquierda, avanzando en rumbos paralelos, nos detendremos un poco en esta técnica.
Se hace imprescindible que haya una efectiva coordinación en la cuadrilla, para que no se pierdan ni la línea frontal ni la distancia entre los rescatistas. Avanzarán de esta forma a un paso similar, coordinado por el jefe de la cuadrilla. La dirección de batida está dada por la zona que les fue asignada, y que seguirán ayudados de ser necesario por el rescatista que actúe de navegador, y que estará munido de carta y brújula, o de un receptor GPS.
El siguiente es un diagrama posible de cuadriculación de una zona a batir, de manera de dividirla en 16 sectores, que se asignarán a las distintas cuadrillas en el orden y la secuencia que se considere oportuno: