martes, 19 de marzo de 2019

Una conversación con Vojko Arko

El Dr. Vojko Arko

Es una mañana fresca del invierno de 1998 en Bariloche. Nos encontramos, como tantas otras veces, con el Dr. Vojko Arko en la Cabaña de informes del Club Andino Bariloche. Arko y yo conversamos mucho, durante mis estadías en esa ciudad. El tema central: la montaña. Pero también historia, política, religión. Todos temas en los que el Dr. Arko es experto. Mis conversaciones con él se sucedieron hasta poco antes de su muerte, en 2000. Recuerdo que al llegar a Bariloche luego de hacer la cumbre de Lanín, me enteré de que estaba internado en estado delicado. Lo fui a ver de inmediato a la línica, y le dije: “¡Pero Vojko! ¿Qué hace usted internado? ¡Lo necesitamos de pie! ¡Justo yo venía a contarle mi ascensión al Lanín!” Me miró con cara pícara, y me preguntó: “¿Cuánto le puso del refugio a la cumbre?” “Siete horas”, le contesté. “¡Nosotros lo subíamos en cinco!”, me dijo. Genio y figura. Tres días después fallecía, dejando un gran vacío en Bariloche. Su entierro en el cementerio de los andinistas fue memorable. Allí estuve, siendo parte de una multitud de familiares, amigos y otros que, sin serlo, le rendían homenaje. Que es lo que quiero hacer, publicando esta conversación tenida con él dos años antes, de la que guardo el audio registrado. Aquí pongo a disposición de ustedes un breve extracto de este audio, en el que Vojko cuenta cómo se mató Wenceslao Clerch en Tronador. Es para que tomen contacto con el acento de este esloveno devenido argentino, que tanto nos agradaba en sus charlas.


Para quienes no lo han conocido, lo presento: Vojslav Arko fue un esloveno establecido en Bariloche, que había nacido el 19 de agosto de 1920 en Ribnica, Eslovenia (por entonces Yugoeslavia). Estudió en la facultad de derecho de Ljubljana, Eslovenia, graduándose en 1944, y se doctoró en Ciencias Políticas en Padua, Italia, en 1947 con una tesis sobre “Desarrollo colonial en Brasil”. En 1948, y ante la inconveniencia de regresar a su patria por entonces bajo el régimen comunista de Josip Broz Tito, decide emigrar a la República Argentina, como muchos otros compatriotas suyos. Permanece un tiempo en Buenos Aires y luego se traslada a San Carlos de Bariloche, donde vivirá el resto de su vida. Allí formó su familia con su mujer, Milena, y sus hijos Gregorio, Toncek y  Clemente. Además de su actividad privada, que contempló ser albañil y empleado de la empresa Raynoff y Caldart, y
Arko (derecha) en su medio: la montaña
concluyó con el establecimiento de la Tienda Aluminé, Vojko dedicó muchos de sus mejores tiempos a la montaña, tanto a través de escaladas, trabajos de apertura y mejora de picadas y construcción de refugios (la “Picada eslovena y el Refugio Pod Skalko, “la Piedrita”, en el Catedral Central, son un ejemplio, como en la fundación e impulso del Club Andino Esloveno (del que llegó a ser presidente honorario), y su participación activa, durante muchísimos años, en el Club Andino Bariloche, del que incluso fue bibliotecario a lo largo de 46 años. Subió a las cumbres de muchos de los cerros que rodean Bariloche, y formó parte de la expedición al Balmaceda del CAB, en 1957. De hecho, él mismo escribió diversos libros relacionados con Bariloche, la montaña y su gente, como Amor por Carta, Otto Meiling, un pionero de Bariloche, Cerro Saihueque y Cuentos del Nahuel Huapi (estos dos últimos escritos en esloveno y editados en su patria natal; no fueron traducidos), y redactó el libro “Dhaulagiri”, de su amigo y connacional Dinko Bertoncelj, además de publicar innumerables artículos en distintos medios nacionales y extranjeros (incluso la revista Mladika, de Trieste, el semanario Eslovenia unida y otros medios andinísticos, y especialmente en los anuarios del Club Andino Bariloche. Fue docente, también, dictando Historia Eslovena y Literatura en la escuela secundaria eslovena de Bariloche. Falleció el 9 de marzo de 2000, y está sepultado en el Cementerio de los Andinistas, al pie de la Pared Norte del Cerro López y frente al Cerro Capilla, que amaba, necrópolis ésta cuya creación fue motorizada por él mismo, junto con algunos otros más. Cerca de las nacientes del Río Turbio, al suroeste del parque Nacional lago Puelo, en la provincia del Chubut, hay un cerro que fue ascendido en 1969 por una expedición del CAB, que lo bautizó como Cerro Arko en homenaje a Vojko. Hoy, la Biblioteca del CAB lleva su nombre, como también el refugio Bivak Slovenija del Cerro Capilla.

Volvamos ahora a aquella jornada, en la que luego de compartir un café en la ya desaparecida confitería en la que Vojko hacía todas las mañanas un alto para lo mismo, antes de su habitual sesión matutina en la cabaña de informes, donde brindaba a los turistas certera información sobre el estado de las sendas y sobre cómo realizar las diferentes excursiones. Esto que presento hoy no es un reportaje. No fue pensado como una entrevista, ordenada y metódica: no soy periodista. Es apenas la transcripción de una conversación, una charla andina en la que hice una serie de preguntas a Vojko no sólo por curiosidad propia de un amante de las montañas de Bariloche y su historia, sino también para recopilar datos destinados a un trabajo que nunca terminé (al menos hasta ahora) en el que pretendía completar la monumental obra de Biedma sobre la toponimia del Parque Nahuel Huapi, agregando además una serie de datos sobre nombres y hechos que si bien no se han volcado en la toponimia del Parque, son interesantes para los amantes de esta zona y su rica tradición.
Arko (derecha) conmigo, en 1998
He hecho pocas correcciones a la manera de hablar de Vojko, tan característica en él. Sólo cambié algunas cosas que podrían prestarse a confusiones. Él a veces no usaba artículos, y equivocaba los tiempos verbales. Jamás perdió su acento característico. Quienes lo conocieron podrán recordar su voz, seguramente, al leer sus expresiones que modifiqué sólo lo estrictamente necesario para garantizar su comprensión.
Aquella mañana había tenido la precaución de llevar conmigo un viejo grabador a cassette, para registrar la charla. Porque siempre las conversaciones con Vojko eran sumamente interesantes. A Arko le divierte que haya llevado ese viejo artilugio, pero sabe que es importante mantener la memoria de las cosas ocurridas en el pasado, porque él mismo es un amante de la historia y un intelectual de fuste.

Su nombre es Vojko. ¿Cómo se dice? ¿Vojko o Voiko?
Voiko. La J solo en español se pronuncia como “J”. En los idiomas centroeuropeos es “I larga”, se dice “I consonántica”. Pedro Vojco es abrevación. Mi nombre de pila es Vojslav, y por cierto cuando vine acá a Buenos Aires, en el hotel de inmigrantes, me preguntaron el nombre y querían después la traducción, dije que no hay traducción, y allá el empleado puso Vislao, y “se comió” dos letras, porque castellanizar Vojslav sería Voislavo. Y así que tengo como nombre oficial Vislao, que no significa nada (se ríe).

¿Dónde y cuándo nació?
Yo nací el 19 de agosto en 1920 en el pueblo de Ribnica, a 60 km al sur de Ljubljana que es la capital de Eslovenia.

¿En aquél tiempo Eslovenia era una nación independiente?
Eslovenia pertenecía a la federación Yugoeslava, en 1920. Pocos años antes Eslovenia pertenecía a la monarquía austrohúngara. Cuando se desmembró la monarquía austrohúngara al fin, la Eslovenia… (piensa)… el problema de Eslovenia era que siendo porción de la monarquía austrohúngara era un país vencido, y allá especialmente las tropas italianas estaban entrando en territorio nuestro, por tanto a nosotros no nos quedó otro remedio que rápido llamar a los serbios que eran aliados, y juntarnos en Yugoeslavia. Así se pudo parar al ejército italiano que ocupó una tercera parte de nuestro territorio, que después de la última guerra nosotros recuperamos.

¿Por qué serbios, bosnios y croatas se llevan mal, y los eslovenos no se llevan mal con ninguno?
Y, porque los croatas y serbios tenían luchas ya de muchos siglos, siempre hubo algunos problemas, primero religiosos, después el problema de Bosnia, así que... La Bosnia es un lugar especial porque allá hay un montón de población que son musulmanes, pero estos no son musulmanes turcos, son eslavos. Si usted en Serbia encuentra algún musulmán, él es turco, albanés, mientras que en Bosnia los musulmanes son eslavos. Eso deriva del medioevo, principio del nuevo evo, cuando en Bosnia, que era un país que quería estar siempre independiente, estalló una secta religiosa que se llamaba la secta Bogomil. Ellos fueron ferozmente perseguidos tanto por católicos, que son croatas, como por ortodoxos que son serbios, y cuando entraron los turcos, esa población se hizo musulmana.

¿Por qué llega usted a la Argentina, Vojko?
Yo vine en Argentina después de la guerra porque yo salí de Eslovenia durante la guerra, en 1943, porque noté que los rojos van a ocupar el territorio nuestro, y yo no quería vivir allá, así que yo fui a Italia, y allá vivía hasta 1948, y después, cuando salió la emigración eslovena en Argentina (que en esa época el gobierno peronista dio permiso a algo como 5 o 6 mil eslovenos que vinieron de campos de refugiados a Argentina) yo también vine con ellos.

¿La corriente migratoria eslovena vino fundamentalmente a Argentina o a otros países también?
La gran parte vino a Argentina porque la Argentina era el único país que aceptaba familias, viejos, todo el mundo. Los canadienses y los yankees aceptaron solamente gente joven, en EEUU debían tener un sponsor allá que garantizara por usted, y en Australia en principio no hubo tanta emigración, pero después entraron relativamente muchos, pero eso ya después, cuando salió la gente buscando trabajo, que en Yugoeslavia fue difícil.

¿Usted cuando sale de Eslovenia tiene 23 años?
Sí. 23 años.
 
Monte Triglav
¿Había hecho algún tipo de deporte de montaña en Eslovenia?
Sí, yo en la juventud hice deportes de montaña. A mí mi padre me llevó con 12 años a Triglav, que es la montaña más alta de Eslovenia y Yugoeslavia, con 2874 metros. Yo en la primera excursión allá llegué hasta el último refugio, 2500 metros, porque no querían llevarme a la cumbre; después fui varios años con mi padre, prácticamente siempre a Triglav, y después empecé a andar solo, con 17 años. Con los amigos empezamos también a trepar, y antes de la guerra yo trepé la ruta alemana de la pared norte del Triglav, que en esta parte se consideraba ya de una cierta dificultad.

¿Ha vuelto alguna vez a Eslovenia?
Sí, he vuelto cuatro veces. Yo enseguida cuando noté, cuando recibí de allá más o menos la constancia de que no me iban a hacer nada, fui allá a visitar mi familia, y la última vez fue en el 82 cuando falleció mi madre.

¿Y a su mujer la conoció en la Argentina?
No, yo a mi mujer la conocí desde chico, estaba la familia de ella que eran amigos de mi familia. Pero ella, después por la guerra tenía que ir a otro lado, ella estaba en Canadá, y de allá vino a Bariloche.

Me han contado que usted en Italia trabajó con servicios de resistencia a los alemanes.
Sí. Yo tengo allá… especialmente yo trabajé con un servicio que daba noticias a aliados. Era de un coronel yugoeslavo Vaujsnik (no sé si se escribe así, nota mía), que murió en Argentina. Y nosotros teníamos una red que daba los datos, y teníamos comunicación radial con El Cairo, y los alemanes cada tanto cayeron sobre algunos, y justo a mí me agarró la policía alemana hacia fines de la guerra, y efectivamente varios de este grupo terminaron mal, los mataron. Yo estuve ligado a un croata que era un cura de San Antonio (de Padua, nota mía), padre Plácido Cortese[1], que era gran organizador de todo allá, era un rengo, chiquito, y qué se yo: a él lo mataron los alemanes. Después en Trieste el jefe más o menos de este grupo era un periodista de nombre Golsch. Y a Golsch lo mataron los alemanes también. A mí posiblemente me salvó la policía italiana, porque la policía italiana que me arrestó, y que no pudo tratarme porque era extranjero, me entregó a los alemanes, al servicio secreto alemán, con unas acusaciones cretinas, de que yo era comunista, que tenía tales y tales relaciones, y lógicamente todo eso era falso y los alemanes que tenían mucho mejor categorizada la gente, sabían que yo no era comunista, pero ellos no hicieron guerra a los comunistas, nomás. Por lo tanto, un poco después averiguando el otro asunto, ellos supieron que yo tenía contactos con Cortese. Pero Cortese también recibía (y los alemanes lo deben haber sabido de la embajada suiza en Venecia) cierta plata para ayudar los escapes, la gente escapada, especialmente los militares aliados que escaparon en el 43. Y los italianos dijeron que yo recibía plata del exterior. Esto era un cuento, pero a los alemanes no les importaba ya, en octubre de 1944. La guerra ya estaba decidida, y ellos preferían que esta gente esté bajo un techo en alguna ciudad porque si no podrían ir a la guerrilla, así por lo tanto esto creo que me hizo bien, y los alemanes a mí me mandaron efectivamente a campo de concentración de Alemania, pero yo quedé en Padua y Verona, nomás, y en Verona me encontraron los aliados.

Estamos mezclando historia del montañista Arko e historia del hombre Arko. Hay una tercera cosa. ¿Cuándo se despertó en usted el gusto por escribir sobre historia y sobre temas de montaña?
A mí historia siempre me gustaba ya en el colegio, yo estudiaba mucho y leía mucho de la historia, y efectivamente empecé a escribir llegando a Bariloche porque después de todo lo que pasó con el grupo esloveno acá creía que es necesario conservar esto un poco en la historia, y empecé a escribir.

Pero usted escribió no sólo sobre el grupo esloveno…
Porque después lógicamente escribiendo acá me pidieron también escribir para el anuario del Club Andino Bariloche[2], pero la primera intención, el primer empuje para escribir de eso era hacer ver lo que hicieron los montañistas eslovenos en la cordillera sureña. Y me apoyaba mucho el finado Federico Finó que era redactor de los anuarios[3], y que arreglaba mis escritos tan bien que yo nunca tuve alguien que me arreglaría los escritos tan bien. Porque estos escritos hoy todavía me gustan a veces, y estaban hechos por un tipo que no tuvo ninguna escuela en castellano. Pero él sabía corregir bien solamente los errores, no me cambió nunca ningún sentido ni nada, y el estilo es ahora discreto.
 
Más allá del material escrito en revistas y anuarios, usted ha escrito libros en esloveno, algunos de los cuales no están traducidos al castellano.

El primer libro que yo escribí acá con Dinko Bertoncelj fue Dhaulagiri, sobre la expedición argentina de 54 a Dhaulagiri. Este libro efectivamente es de Dinko, pero técnicamente lo escribí yo, pero él me contaba, yo le leía párrafos, él me corregía y qué se yo. Era más trabajo que si lo hubiese escrito yo. Después escribí otro librito que es “Cuentos del Nahuel Huapi”, que son los cuentos de los primeros años que llegamos acá, gran parte de las ascensiones y prácticamente todos verdaderos, pese a que están escritos en una forma un poco novelada, y hasta ciertos cuentos, que no son verdaderos, estaban escritos sobre situaciones parecidas a las que existían en ese tiempo en nuestro grupo. Después de esto escribí todavía, ahora de viejo, Cerro Saihueque, en esloveno. Ah, después de Cuentos de Nahuel Huapi escribí “Amor por carta”, que está traducido al castellano. Esto es la vida andinística mía. No dice todo, porque son solamente cosas clásicas. Y después escribí como decía, ahora de viejo, Cerro Saihueque, hecho especialmente para gente de allá y viene acá y que quiere saber algo de Bariloche y de nuestros primeros años, y en relatos breves expresar un poco la idea de todo esto, especialmente la historia de Bariloche.

¿Se traducirán?
Creo que Cuentos del Nahuel Huapi sería lindo de ser traducido. Cerro Saihueque no, es hecho para extranjeros. Y en cuanto a Dahulagiri tampoco tengo interés porque Magnani lo escribió bien, escribió dos libros[4].

Usted olvida un libro muy importante, que está por reeditarse, que es “Otto Meiling, un pionero de Bariloche”[5]

Sí, pero esto lógicamente es un trabajo en castellano nomás, y solamente para público que conoce a Otto.

De todos sus trabajos, si hoy se los pone a leer, ¿cuál le gusta más?
Mire, yo no sé. Porque efectivamente en los tiempos buenos y de actividad yo no leía mis trabajos, porque cuando terminaba de escribir algo tenía las ganas de escribir algo nuevo. Ahora de viejo a veces leo mis trabajos, y no sé cual me gusta más. Lo que sí, me quedaron varios libros nomás en mi cabeza, tanto dos en esloveno, especialmente yo quería escribir biografía andinística de Toncek Pangerc, con toda la vida andinística que teníamos en estos años, y cuando quería hacer esto escribía Dhaulagiri, y después yo me puse el negocio, me casé y hubo tantos problemas. El otro también era de esa época que quería haber editado, sería una “sinfonía de Bariloche” o algo así, pensaba, y esto tampoco lo hice, y ahora tengo algo preparado: los pioneros de andinismo. Ya hay, usted vio en los anuarios, varias biografías, y yo escribí algunas más. Pero yo pensaba esto editarlo con otros pioneros que yo no conozco, así que debería alguien ayudarme, y efectivamente, todo se paró cuando en el Club no hubo más plata para esto. Esto está en una capeta en mi casa. Esto, si a Toncek (hijo de Vojko, importante escritor, nota mía) se le ocurre o a alguien, cuando yo no esté más puede usarlo.

¿Cómo arranca el Club Andino Esloveno?
El Club Andino Esloveno arrancó por una cosa completamente entendible. Cuando llegaron esos seis eslovenos a Buenos Aires, muchachos que estaban dedicados a esquí y a montaña, se sentían muy mal allá (en Buenos Aires, nota mía). Por cuanto algunos de ellos ya en Europa sabían algo de Bariloche y del sur, empezaron a soñar con Bariloche. Porque en 1947 estaban acá los esquiadores austríacos invitados por el gobierno argentino. Cuando ellos volvieron a Austria Francisco Jerman y Dinko Bertoncelj, Blas Razinger y algunos otros (que estaban en Austria, nota mía) los encontraron, y les contaron de Bariloche. Yo por otro lado en Italia leí antes de venir a la Argentina, en la universidad de Padua, en la Biblioteca, todo lo que se pudo conseguir de Argentina. También pude ver ya las fotos de la región de acá. Y cuando llegué a Buenos Aires era un tal Milan Jagr, que era un pillo, que pensó hacer negocios, me habló enseguida de Bariloche, que él tenía acá terrenos para vender. Y yo este terreno (que ofrecía Jagr, nota mía) lo compré esa vez, y efectivamente lo tuve muchos años allá en El Trébol, y lo regalé hace dos años a uno de mis hijos. Yo de ese terreno pagué más impuestos de lo que valía. Pero mi hijo lo vendió y se hizo el techo de la casa con él. Milan Jagr era de esta manera un poco el que hizo propaganda para Bariloche, pero por cuanto anduvo con las ideas comerciales. Mientras que yo que vine acá y empecé enseguida a mandar despachos a nuestra colectividad en Buenos Aires, y de allá cuando llegaron esos muchachos de Austria y hablaron de Bariloche, (alguien les dijo, nota mía) “sí, pero Arko ya está allá, diríjanse a él”, y así vinieron Jerman, Bertoncelj, y qué se yo, por esa relación.
Primera cruz eslovena en Capilla
El Club Andino Esloveno nace acá en Bariloche. Nosotros no nos conocíamos de antes, o mejor se habían conocido estos muchachos que vinieron de Austria, pero acá hubo otros que no tenían nada que ver con ellos, y efectivamente el CAE nació por voluntad de Francisco Jerman y Toncek Pangerc, porque ellos dos empujaron en esta dirección cuando subimos la primera vez Cerro Capilla que era 4 y 5 de febrero (o 5 y 6) de 1951. En esa ascensión se hablaba de hacer un club esloveno, un club andino esloveno acá. Y de hacer la cruz en el cerro Capilla. Parecían en ese momento dos ideas locas: hacer un club con esas dos docenas de muchachos que no se sabía cuánto tiempo quedarían acá, era algo bastante fuera de lugar. Y el club ahora tiene 47 años (esto era en el momento del reportaje. El CAE fue fundado el 22 de febrero de 1951).
Y segundo, hacer una cruz en el cerro Capilla era una locura, porque cerro Capilla de todos los cerros acá cercanos a Bariloche era el más inaccesible, pero igual en 1952 ya se puso la primera cruz. Estaba mal hecha, y por lo tanto se cayó, y en 1961 se llevó la otra cruz arriba para no quedar como monos, y esa está bien hecha. La hizo Jozko Simcic, que hizo también vivac Slovenia, en Capilla. De los primeros de la reunión constitutiva del club esloveno, los únicos dos que estamos todavía somos Blaz Razinger y yo, y de los primeros socios después todavía estaba… después anotamos el otro día a Dinko Bertoncelj, Juan Fleré, Bara Remec, y Francisco Jerman, que también estaba en la primera reunión pero él no está más. Ha muerto en 1980, que no me podía imaginar que se muriera, él era efectivamente el alma del CAE, y casi la gran parte hasta su muerte, presidente. Muy pocos años no fue presidente.

¿Se puede decir que Francisco Jerman introdujo el esquí de fondo en nuestro país?
Prácticamente se puede decir que él, si no lo introdujo, por lo menos él, Fleré y Bruno Pértile que era italiano, eran los únicos que dominaron bien la técnica del esquí de fondo, esquí de fondo acá lógicamente era andar con esquíes sin ninguna técnica, y cuando vino Odermann, suizo, antes que nosotros llegáramos, él sorprendió a todo el mundo con su conocimiento de la técnica; ahora después fueron esos tres que dieron el impulso, pero el único que se quedó efectivamente siempre dando instrucción a todo el mundo, así que prácticamente fue el padre del esquí de fondo argentino, era Francisco Jerman.
 
Francisco Jerman
Tanto así que en Ushuaia la pista de esquí de fondo se llama Francisco Jerman
Sí.

¿Qué diferencia hay entre esquí nórdico, esquí de fondo y esquí de travesía?
Mire, esquí de travesía no es esquí de fondo. Se llama generalmente esquí nórdico es de fondo. La travesía vendría a ser también esquí nórdico porque esquí en Escandinavia se usaba no para hacer deporte sino para andar (risas).

¿Dónde se reunían en los primeros tiempos del CAE?
El CAE se reunía en Anasagasti 351

¿La famosa casita de Anasagasti?
Claro. Allá se fundó y allá se reunía varios años. Muchos de esos muchachos vivían allá, porque allá tenían tres piezas y la cocina. Por tanto, estos eran gente de diferentes diligencias caseras, dividían las piezas. Unos que eran los viejos soldados con buenas costumbres militares y con ellos vivía Rino Barone, que no era esloveno. Ellos tenían bien arreglado. La otra pieza era habitada por gente menos diligente. Un pariente mío Rudy Arko, que este, una vez empezó a decir: “ahora ya hay demasiada democracia”, y empezó a juntar la gente y limpiaron un poco la pieza. La tercera pieza, donde estaban Klaus Adamcik, Goulov (no sé si están bien escritos los apellidos, nota mía) y  Toncek Pangerc, esa no la limpiaron nunca. Por cuanto la cocina los arreglados no querían limpiarla por los desarreglados, allá efectivamente estaba todo bien en desorden, y después de un año o algo así Klaus Adamcik dijo: “bien, hay que hacer algo”, y llamó a Goulov y afuera estaba la canilla porque adentro no tenían agua corriente, allá pusieron una manguera, trajeron agua y limpiaron todo.

¿Está aún la casita?
Sí, está todavía.

Cuando ustedes llegaron aquí no llegaron con una situación económica floreciente.
Sí, esto era un pueblo de pioneros. Por lo tanto, acá en la ciudad existían lo que allá llamaron hoteles, eran boliches para obreros. Yo no viví nunca en Anasagasti, pero viví en La Véneta, que es donde está ahora la Hostería del Montañés, que está cerrada, frente a Iglesia, allá en Palacios y O’Connor. Y otros vivían en Fonda Gallo o algún otro boliche así.
 
La Véneta
¿Todos tenían trabajo?
El problema de trabajo en ese tiempo no existía. Trabajo hubo. No lo que uno quisiera, no tan bien pagado como uno quisiera, pero trabajo hubo. Hubo que elegir entre lo que te estaban ofreciendo. Yo entré enseguida en (una casa comercial, nota mía) y allá me quedé como 13 años.

¿Pero algunos tenían oficio, por ejemplo, Toncek era albañil?
Si. Toncek era albañil. Toncek trabajaba de albañil, Francisco Jerman también trabajaba con Fleré, trabajaban en construcción también, hicieron cosas más o menos de cemento algo así.

¿La Hostería de Jerman de Tronador?
Era de Francisco Jerman y él la hizo solo prácticamente, porque Francisco Jerman después hizo mucho y siempre trabajaba como burro y en gran parte solo, y él se casó y llevó la mujer allá, la que después sería la gran dirigente del coro de niños y jóvenes cantores de Bariloche. Ellos vivían en una carpa allá mientras él estaba construyendo.

Dinko Bertoncelj pudo salir adelante también cuando hizo su hotel Dhaulagiri
Bien. Dinko Bertoncelj salió más tarde, porque Dinko Bertoncelj cuando vino primero trabajó en el Hotel Catedral. Él estaba un poco tratando de… él tenía dificultad de aprender castellano, no tenía muchas ganas, no es que no podía. Pero en Bariloche se podía vivir prácticamente con esloveno y alemán, y él alemán lo hablaba. Y el dueño del hotel Catedral era alemán. Delai (no entiendo el apellido en el audio, nota mía). No era dueño, era encargado, concesionario.

¿Dinko llegó a ser el mejor escalador argentino en un tiempo?
Sí, de una cierta época. Hasta que salió Fonrouge.

¿Dinko dominaba la técnica artificial también o era trepador libre?
Era trepador libre y artificial, como en ese tiempo no se hacía tanta distinción, porque lo que a nosotros nos interesaba era abrir una ruta, llegar a un lado, pero ni llenarlo de clavos ni gastar clavos si no era necesario.
 
F. Jerman, J. Fleré, Dinko Bertoncelj
¿Todos los miembros del Club Andino Esloveno integraron lo que después se llamó la Shuma?
Bien. La Shuma es la palabra que se dio de principio y quedó, la otra palabra era Yugo, que hoy día está muy fuera de lugar, porque Yugoeslavia no está más, porque los Yugo eran los ex soldados ingleses, que los llamaron allá “Yugo”, y era Fleré, Razinger, Benigard (¿), y otros, que llegaron del ejército inglés. Porque esto de ejército inglés es lo siguiente: en la parte norteña de Eslovenia, cuando los alemanes la ocuparon lo proclamaron Alemania, y movilizaron gente, y alguien se escapó, le sacaron la familia, la llevaron a Alemania, o la fusilaron, qué se yo. Y por lo tanto a la gente no le quedó otro que entrar ejército alemán. Jerman y Fleré estaban en Rusia. Jerman salió de Rusia de licencia y dijo: cualquier lado pero no más en Rusia. Después estaba con guerrilleros partisanos. Después dejó esto y se fue en los Domobransi*, en la parte blanca… y Fleré le pasó lo que pasó la gran parte de nosotros: estaba rendido a Francia y allá lógicamente la gente nuestra tenía la única idea de pasar el frente lo antes posible.  Y después vino como soldado británico en Italia. Y así también los otros.

Un topónimo del cerro Capilla: Avenida de los Yugo
Esto vino de esta época, cuando llegamos nosotros acá era siempre difícil hablar de Eslovenia porque la nadie no sabía dónde queda, pero entre la gente que miró algún mapa sabía que quedó Yugoeslavia, y por cuanto Yugo eran los ex soldados, después se usó esto en la manera: Yugo peleó, Yugo robó, Yugo se fue de farra (risas)

¿Cuál es la realidad del CAE hoy?
Hoy el CAE está siempre convirtiendo más en club social. Ellos tienen la escuela, se ocupan de las fiestas de colectividades, pero efectivamente la última cosa de montaña que se hizo, la de Capilla, tenía también en el club mucha oposición, porque dijeron que era una barbaridad gastar plata para hacer el Vivac en Capilla cuando el club lo necesitaba para otras cosas. Después vino una donación fuerte para el club y efectivamente todos estos problemas financieros se arreglaron sin dificultad. Pero Dinko por eso después resignó, por esa oposición que sentía siempre por todos los lados. Y lógicamente con la nueva dirección de los jóvenes, ahora el presidente del club encontraron a Duk que tiene 20 años menos que yo, y que es ingeniero, por lo tanto para presentarlo en la sociedad figura bien. Pero de montaña no sabe demasiado.

¿Por qué el refugio Slovenia?[6]
Bien, el cerro Capilla era visitado mucho por nosotros, y especialmente cuando por ahí en los años 80 empezó a hacerse la idea de hacer allá algo, y empezamos (yo también trabajé los primeros años) de hacer la picada que se hizo. Se estaba haciendo cuando en 1987 el fuego aniquiló el bosque así que era más fácil hacerla. Y después casi todos los jóvenes eslovenos de Bariloche creían que era absolutamente necesario subir una vez Capilla porque si no los iban a considerar como inútiles, (risas) y mucha gente que vino de Buenos Aires  también estaba con este cuento, así que Capilla se puso muy eslovena montaña, pese a que no es efectivamente eslovena, porque la primera ascensión la hicieron Meiling y Tutzauer, y cuando nosotros llegamos ya hubo por lo  menos 20 ascensiones a Cerro Capilla, pero después lógicamente con toda esa invasión de eslovenos, la Capilla… ahora tenemos dos lugares del CAE: Catedral Central, con la picada eslovena con la Piedrita, y Cerro Capilla con refugio Slovenia.

¿La picada eslovena al catedral Central arrancaba en el lago Gutierrez?
No, venía de Villa Catedral. Todo esto fue hecho no por Club Andino Esloveno sino por Shuma. (risas) Y yo considero esta gente, los restos de la Shuma que trabajaron allá en esta picada, que somos todavía: Dinko, Ivan Arnsek, Blaz Razinger, yo y Jozko Simcic.
 
Trabajando en la Picada Eslovena
Cuando ustedes hicieron la picada, ¿la idea era llegar rápidamente a las torres?
Bien. La idea eran dos: uno que es razonable. Nosotros justo llegamos y queríamos hacernos ver un poco. Y se trataba de todo ese grupo que era de muchachos que salieron de la montaña, de esquí y muchos de la guerra, así que era la gente que más o menos se arregló bien en la montaña. La otra cosa era lo que usted dijo: llegar a las torres, para llegar a ser lo que hoy día después de tantos años es efectivamente que el cerro Catedral es el centro de escalada de Bariloche y de Buenos Aires.

Cuándo ustedes hicieron la picada el refugio Frey aún no existía.
No existía, y después conseguimos nosotros que el Club Andino… nosotros sabíamos que el refugio en el lago allá no lo podíamos hacer, y el lago todavía no tenía nombre. Y nosotros hicimos la Piedrita para pernoctar allá cuando veníamos sábado de trabajar y volvíamos domingo. Y por lo tanto debajo de esta piedra se hizo un vivac, que después se cerró y en 70 se incendió. Y después lo rehicimos.
 
Haciendo la Picada Eslovena
¿Por qué se llama Petricek?[7]
Petricek era el presidente de la sección de Buenos Aires del CAE. Robi Petricek estaba efectivamente muy muy dedicado al asunto, trabajaba, y él efectivamente podía haber hecho mucha plata si no se hubiera metido en todas estas cosas eslovenas, porque era buen confitero, y en Buenos Aires tenía siempre un buen empleo, pero no se puso nunca a trabajar por propia cuenta lo que seguramente le daría mucha más plata.

¿Se usa el refugio Piedrita ahora?
Si, pero lo están abandonando bastante y lo están arruinando bastante durante el verano. Ahora está abierto, justo para que no rompan la puerta, pero ahora adentro quemaron los tablones de las camas e hicieron cualquier cosa. Yo no voy más, yo cuarenta años estuve siempre ocupándome de la Piedrita, y cuando hubo algo al revés, vine acá, hinchaba la gente que sabía hacer algo: eran (apellido incomprensible) el carpintero, Jozko Simcic que sabe hacer las cosas, muchas cosas para que vayan arriba y se arreglen, pero ahora la gente…
 
Primer refugio Pod Skalko (La Piedrita) hoy llamado
Roberto Petericek
¿Cómo se llevó la gente del CAE con la gente del CAB?
Eso era de principio… lógicamente algunas… pero eran de nuestra parte, algunas cosas… que algunos querían estar completamente… pero yo era siempre de opinión contraria, que nosotros tenemos que ser del CAB, y en CAB nos apoyaron mucho, Emilio Frey, Dr. Neumeyer, Godofredo Kaltschmitt, se dice todo el gobierno del CAB, así que en CAB nosotros nunca teníamos problemas con el gobierno. A veces teníamos un poco de problemitas de los jóvenes, porque es lógico, ellos después estaban también en ese tiempo ya un poco en oposición a los viejos y querían que más plata de club se gasta en esquí, y nosotros apoyábamos a los viejos. Ahora yo, que como siempre que en club andino cuando se hace una asamblea allá hay 20, 30, 40 personas, y nosotros trajimos 10, 15 personas allá que todos votaron lo mismo, (risas) pero eso por cuanto nosotros siempre apoyábamos los viejos, y ellos nos dieron todas las ventajas que eran necesario tener de un club, porque nosotros no pedíamos disparates. La gente nuestra salió con el Club en expediciones. Dinko fue a San Valentín, y Toncek también, y Toncek fue después al Paine.
 
Roberto Petricek
Al Balmaceda también fueron
Al Balmaceda también fuimos. Después Jereb fue al Paine y Ivan Arnsek fue a Balmaceda

Y Toncek encontró la muerte también en Paine
Sí, en una expedición del Club Andino Bariloche. Así que el asunto con Club Andino siempre era lo más posible bueno, nosotros lógicamente teníamos que ser en dos clubes, y por tanto pagar dos cuotas (risas).

¿Cómo se llevaban con Meiling?
Con Meiling nos llevábamos bien. Yo siempre estuve arriba en lo de Meiling, Dinko anduvo mucho con Meiling también.

Ya que estábamos con la Picada Eslovena. ¿Qué recuerda de la construcción del refugio Frey?

A Giacomelli, el picapedrero que subió en noviembre y bajó en abril. Picando piedras. Hace muchos años que falleció Giacomelli. Pero lo puse en todos lados cuando hablamos del refugio Frey porque efectivamente se merece ser recordado.
A él lo contrató Wechler, que era el que estaba el primer año con el trabajo del Frey. Tenía buena mano. El otro que trabajó allá era Santonato, el padre de Mariano[8]. Y otros dos chilenos. Pero terminar el refugio Frey fueron después Emilio Hernandez y Pedro Strukelj, dos socios honorarios del Club Andino.

¿Pedro Strukelj también trabajó en la construcción del refugio?
Sí, haciendo la carpintería.  El Frey fue inaugurado en 1957. En 55 empezaron. Dos temporadas. En la primera temporada el que manejó todo era Wechler, que se cansó, después no siguió, no recuerdo más, y la otra temporada lo terminaron Emilio Hernández y Pedro Strukelj.

Bueno. Volvamos a los eslovenos. Hablábamos también de la Shuma
Shuma es una palabra eslava, no es eslovena. En varios idiomas eslavos suma significa bosque. En esloveno efectivamente se usa más bien para selva, bosque no arreglado, jungla.

¿Hay muchas diferencias entre los distintos idiomas eslavos?
Y, algo se entiende, pero yo por ejemplo polaco no entiendo mucho, casi nada. Al croata lo hablo, checo lo sabía algo hablar, ruso lo entiendo algo, pero si lo hablan tampoco lo entiendo. Más bien leyendo algo pude entender algo de ruso.

¿Por qué eligieron esa palabra, Shuma?
Porque alguien dijo que nosotros somos Shuma, y eso agarró y entonces allá en Anasagasti se empezó a hablar de Shuma, por bosque y después selva.

Pero no todo miembro del CAE era Shuma
No, no todos. Después Shuma se dijo de los que esa vez trabajaron en la picada, y en Piedrita y todo eso.

Hablando de “bosque”. En el 85 yo hablaba con Meiling en su casa y me decía “el coligual ha muerto. Ustedes los jóvenes no saben que es luchar contra el bosque de las montañas de Bariloche. Ahora no hay caña coligue”. ¿Qué me puede decir de eso?

Nosotros llegando, efectivamente la caña murió justo unos años antes. Pero ahora, desde entonces hasta ahora la caña creció mucho, de nuevo hay bastante por todos los lados. A nosotros nos dijeron que en 20 años de nuevo iba a morir la caña. ¡Qué diablos! nosotros hace 50 años que estamos acá y no murió más la caña[9].

Pero ahora hay muchas más picadas abiertas que cuando llegaron ustedes

Sí, sí. Hay muchas más picadas abiertas. En ese tiempo únicamente picada al López, y al viejo refugio Tronador también. Y también estaba al Ñireco. Todas esas picadas eran todavía muy pobres, y ahora están sendas, están bien.

¿Qué rol cumplía Bara Remec en el Club Andino Esloveno?
 
Bara Remec
Bien. Era socia fundadora del Club Esloveno. Después ella era la que organizó junto con (Roberto) Petricek el club esloveno de Buenos Aires, que era una sección, y que efectivamente vivía de ellos, prácticamente. Ellos estaban tratando de traer la gente acá, y estaban allá organizando las fiestas y mandaron la plata acá. La sede del CAE en calle 9 de julio está efectivamente, empezó a hacerse con la plata que mandaron Petricek, Bara y el CAE de Buenos Aires. Bara no tenía buena situación económica. Era una inmigrante como todos nosotros y efectivamente vivía de hacer recuerdos que se vendían después acá en Bariloche. Trabajo de artesano que a ella nunca le gustaba mucho, porque a ella le gustaba mucho más pintar, era gran pintora, muy considerada ahora, puede estar en Eslovenia también, muchos años a ella le pasó como a nosotros que no nos conocía el público de allá, pero ahora sí que puede ser conocida allá también. Y ella hizo muchas exposiciones acá y en Buenos Aires y después vendía sus cuadros. Hacía muchos cuadros. Después ella prácticamente adornó todos mis libros eslovenos y también Amor por carta.

¿Quién le puso “pico Bara” a ese pico de Catedral?

Pico Bara le pusimos una vez yo, Dinko e Ivan Arnsek que fuimos a ver, eran los primeros años, que llegamos a este col que está detrás de pico Bara donde se baja después a Campanile. Y queríamos ver cómo está todo ese filo y llegamos a la cumbre del filo, y allá uno se le ocurrió de poner Pico Bara. Creo que era Ivan Arnsek. Y después empezamos a usar y ahora figura por todos los lados.

Y de Pico Bara se puede bajar a Petricek
Si, un poco inclinado pero se puede bajar. Y Bara lógicamente dibujó Skalko (La Piedrita) con todos esos dibujos imitando la pintura indígena, porque ella era muy americanista.

Toncek Pangerc: muchos han dicho que fue del grupo de los eslovenos uno de los más completos, aunque no era esquiador
Toncek Pangerc
Si, apenas estaba aprendiendo a esquiar. Y él por tanto cuando fue a San Valentín tenía cierta dificultad. Pero escalaba muy fuerte, y tampoco era escalador nato como Dinko. Tenía una voluntad terrible. Él no era ni fuerte ni escalador nacido, ni era esquiador y con todo eso consiguió en pocos años hacer lo que hizo como si supiera que iba a morir pronto. Pero por eso también a veces tenía bastante envidia a Dinko que lógicamente hacía todas las cosas con facilidad (risas).

¿Un escalador nace o se hace?
Qué se yo. me parece que nace, pero se puede hacer bastante. Yo no soy escalador nato. Yo también tenía que un poco esforzarme para escalar. Pero Toncek Pangerc, por ejemplo, desde Pampa Linda llegó al viejo refugio Tronador en cuatro horas, que por lo menos eran 6 a 8 horas.

¿E Iván Arnsek?
Era un montañés y también un escalador bueno. Estaba en la misma categoría de Dinko, de la primera categoría, pero él no trepaba mucho. Pero yo trepé con él y lo vi trepar y sé que era un escalador muy bueno. Ivan Arnsek después se retiró casi de la montaña porque tenía 9 hijos y efectivamente tenía que dedicarse al trabajo. Y la mitad de ellos ahora están en Europa.

¿Birger Lantschner?
Birger Lantschner no era esloveno pero anduvo mucho con nosotros. Era austríaco. Y el que vivía también con nosotros Rino Baroni, que era italiano de Sub Tirol. Éste a veces se menciona en los primeros años y el 55 volvió a Europa. Ahora vive en Stuggart, Alemania. Nunca más volvió acá.
Los Skvarca nunca estaban acá y vivían en Buenos Aires.

¿Pedro Strukelj?
Pedro Strukelj
Pedro Strukelj no pertenece a nuestra emigración. Él estaba acá ya antes de la guerra. Strukelj vino por ahí en 29/30, y después vino acá a Bariloche en 1939 con la primera construcción de Llao Llao. Y allá se lastimó algo la mano y tenía que volver a Buenos Aires, pero cuando se quemó el Llao Llao él vino de nuevo y después quedó, pero en 42 él anduvo después en la montaña con Schmoll y en 42 subió a López, allá se encontró con Neumeyer y Frey y él después agarró el refugio de López, lo administraba algún año. El primitivo López.

Pero luego estuvo de refugiero en Frey bastante tiempo
También enseguida cuando se terminó el Frey estuvo de refugiero en Frey, pero la mujer no quería que fuera refugiero. Murió hace poco, tenía 87 años. Hoy debería tener 88. Era del 22 de junio.

Ya que hablamos del Hotel Llao LLao, ¿Qué recuerdos tiene usted de Ezequiel Bustillo?
Yo no conocí a Ezequiel Bustillo de nada. Así que nomás lo conozco de lo que dicen los que lo conocieron. El escribió un libro que seguramente usted conoce. Yo a él no lo conocí. Ya no estaba cuando vine, porque él renunció en 44. Porque él era amigo de Pinedo, y cuando Perón hizo arrestar a Pinedo, porque Bustillo también era del grupo que era contrario al peronismo por lo tanto renunció.

¿Qué tiene usted que ver con el nacimiento del cementerio de los andinistas?

Esto era una idea que surgió en esta época, por ahí 65, 66, y que efectivamente ni sé bien cómo se manejó en ese tiempo en el Club Andino. Pero recuerdo bien que estábamos Godofredo Kaltschmitt y yo que fuimos a mirar dónde se podría hacer cementerio andino. Y creo que también se ocupaba de eso, algo, Gregorio Ezquerra, quien después se accidentó en López y era después de los primeros que ocupó el cementerio. Y recuerdo todavía que él, Sifuentes y Clerch eran los primeros que estaban sepultados allá. Y Clerch lo trasladamos desde cementerio, estaba 10 años sepultado en cementerio acá común, y lo sacamos con Botazzi de allá, y lo trajimos, se hizo un ataúd nuevo y se lo sepultó en el cementerio andino donde él verdaderamente correspondía estar.
 
Homenaje del CAB, en el Cementerio, en el día del montañés
¿Clerch tenía familiares acá?
No, Clerch estaba solo y el único familiar que tenía era una hermana en España, con la cual yo alguna vez me escribí y le mandé ahora también una fotografía de la tumba, porque hace un par, dos, tres años apareció un pariente postizo de ella, ella está casada y él era un pariente del marido que vino acá y él creía que ya nadie se acuerda más de Clerch, y lógicamente sabemos dónde se mató, subió cerro Capilla, era un tipo muy…

¿Cómo fue la muerte de Clerch?[10]
Wenceslao Clerch murió de una manera bien estúpida y todos teníamos un poco la culpa, porque estaba transportando el material para un vivac que después nunca se hizo en el filo que está entre Jerman (la Hostería de Francisco Jerman, cerca de la Garganta del Diablo en Tronador, nota mía) y el Castaño Overa[11]. Allá detrás de Jerman hay un zanjón de piedra que se llega allá en el filo. Y en el filo hay una roca que hay escalar unos pocos metros para llegar al filo. Cuando nosotros fuimos allá con carga éramos Davorin Jereb, Clerch y yo. Fuimos, no queríamos pasar por lo de siempre porque allá hay un paso un poco engorroso y habría que sacar el material (de escalada, nota mía). Fuimos a la derecha donde Madenzki[12] nos dijo que el paso más fácil, y efectivamente era más fácil. Cuando llegó Jereb allá, se fue y trepó. Llegué yo. Donde pasó Jereb no me gustó. Fui un poco a la izquierda. Cuando estuve allá casi se me sale una presa y casi me caigo, pero tenía buenas presas así que no me caí. Y dice Clerch: “Che Arko, ¿cómo andas?” Y dije “Mirá, es un poco… tengo un poco de inconvenientes o algo asi”, le dije. Él hizo un paso atrás, después yo subía y en eso sentí una caída de piedras. Y llegué arriba, que eran pocos pasos, y allá estaba Jereb fumando el cigarrillo. “¡¡Che!! estás tirando la media montaña abajo!! Después se acerca al donde se veía abajo: “Pucha, -dice-, se cayó”. Y abajo eran cien metros de desnivel. Porque cuando se cayó quedó todavía… el cayó sobre un terracín inclinado, y posiblemente si no tuviera la carga allá para, pero la carga lo tiró y después tenía 100 metros de caída, después todavía se fue 100 metros por el otro zanjón que baja a Castaño Overa. Lógicamente… era complejo. Y el paso no era difícil, porque yo nunca… es más recuerdo como después con Jereb bajamos sin problema ninguno allá. Pero el asunto es que nosotros hicimos mal de no proteger este paso, porque efectivamente era peligroso y teníamos carga. Por lo tanto, deberíamos llegar allá, sacarnos carga y encordarnos. Porque a Clerch posiblemente toda esa piedra volcánica, le falló una presa, si estaría apoyado por arriba a lo mejor no se cae. Por lo tanto, yo sé que teníamos culpa todos allá, y Clerch era el más cauteloso. Por lo tanto, él si hubiéramos tenido algún poco experto seguramente diría “hay que poner la soga”. Pero éramos tres escaladores, no quería decir que no se puede ir.
Wenceslao Clerch y Vojko Arko

¿Wenceslao Clerch fue el introductor de la escalada artificial en nuestro país?
Bien, mire, no es esto. Pero él sabía escalada artificial y la usaba. Porque él la única cosa que subió acá de primera era aguja Frey, pero él estaba hablando mucho en ese año (él estaba un año nomás entre nosotros) de las agujas de Catedral. Él tenía la idea que todas las agujas del cerro podían ser escaladas, y qué se yo. Y él cuando vino acá la primera cosa encontró acá en el Parque a Manolo Puente. “Che ¿que hay difícil acá de escalar?” (le dijo) “Che, Campanile Esloveno”. “Bien: vamos allá”. Y así yo los encontré cuando estaban subiendo para Campanile, y todavía le di algunos datos que sabía. Después sé que cuando subieron y después a Clerch le hicimos una invitación al Bar (no se emntiende) a festejar.



Ya que estamos en este tema: Meiling, con todo lo que hizo en el parque, le quedaron dos primeras que no logró, que él hubiese querido hacer
Manolo Puente y Otto Meiling
Efectivamente Catedral y Tronador.

Ahora: en realidad el trabajo de Fischer[13] fue preparado por Meiling casi totalmente. Fischer resolvió con dos o tres clavos la última parte. ¿Cómo fue visto eso?
Si, si, la última parte. Y bien, acá en ese tiempo los escaladores eran 10, y el asunto era… Meiling estaba rechazando la escalada artificial. Ahora los clavos de Fischer los sacaron los muchachos, y yo estoy protestando porque deberían quedarse como recuerdo. Si ellos no querían ir por los clavos tenían todo el derecho de trepar por fuera de clavos, que ahora efectivamente se pretende de trepar esa parte en libre, ahora se puede, pero en los tiempos de Meiling y Fischer no se podía. La diferencia está en el material, el entrenamiento, zapatillas, porque los primeros que treparon (yo por algún lado lo anoté) los primeros que treparon esta parte sin clavos de Fischer eran Birger Lantschner y otro suizo que no recuerdo el nombre, que llegaron del Fitz Roy y de la pared sud de Aconcagua. De todas maneras yo los encontré justo en Frey y me dijeron que habían escalado esto… después lógicamente Sebastián[14] y los jóvenes… todos… hoy día los jóvenes no quieren nunca usar los clavos de Fischer. Dinko me contó que estaba subiendo con el hijo Andrés, que resultó un gran escalador, y dijo yo subí por los clavos, y el otro (risas) sin los clavos.

Yo sé que usted tiene una preferencia muy grande por el cerro Capilla
Cerro Capilla desde el Cº López
Si, yo estuve como 18 veces en Cerro Capilla. Ahora me ganó Dinko. Él se metió a hacer el Vivac y efectivamente el vivac en el pueblo lo hizo Jozko Simcic, pero allá arriba lo armó Dinko, con los chicos que lo ayudaron. Él consiguió del Ejército helicóptero para llevar el material, y después estaba muchas veces allá arriba, hizo transportes porque él tiene barco.

Han bautizado con el nombre de Dinko un cerro que está atrás de Capilla, al Oeste

Si, porque el asunto es que en el mapa militar[15] cerro Capilla no figura, figura solamente el punto superior a 2000 y no tiene ningún nombre. Cerro Capilla el mapa militar lo enchufa a un cerro detrás del cerro Capilla, sobre laguna Tristeza, y este está triangulado 1958 y así nosotros sabíamos que está mal puesto, además después por todos lados figuraba Capilla como 1958, y desde cumbre de Capilla se ve que Capilla está más alta. Pero después encontramos en el libro de Lljungner[16], Lljungner estaba de 32 a 34 acá, y él en el mapita de él da 2167 la altura de Capilla. Y después yo encontré un viejo mapa de la Comisión de Límites donde Capilla está correctamente marcada y le da altura 2150 (risas).

¿El trabajo de Lljungner no está traducido?
No, pero está en alemán, felizmente no en sueco. Él era sueco pero escribía ese libro en alemán porque era más factible que lo lean en alemán que en sueco.

¿Cómo fue la inauguración del refugio Slovenia?
Armado del refugio Slovenja (hoy Dr. Vojko Arko)
Estuvieron 5 supérstites de la vieja Shuma. Dos llegaron con sus propias fuerzas, y tres fuimos en helicóptero, de los cuales Blas Razinger y yo no pudimos más subir, pero Jozko Simcic quería ir en helicóptero (risas) Jozko Simcic en estos últimos tiempos estaba siempre en oposición con Dinko porque él quería que se ponga en algún otro lado. En Capilla el vivac se ponía poner en 10 o 15 lados, pero finalmente lo eligió Dinko el lugar y no nos gustó y efectivamente después él se  dejó persuadir porque estaba de este lado del arroyo, y un poco la presión de la nieve que viene del filo podía ser muy fuerte, por lo tanto se puso de otro lado del arroyo, pero éste (Simcic, nota mía) quería de  otro lado también y efectivamente después no quería más subir… era también un poco de excusa, porque  ir a trabajar allá arriba era… ya él pendiente de sus 70 años, pero era fuerte él podría haber ido.
 
Vojko (centro) y otros en la inauguración
¿Dónde está el refugio sería el valle de los pozones?

Si, bueno, yo lo llamo valle de los pozones pero eso se dice, yo allá puse adelante que el refugio está en la parte superior del valle del arroyo Capilla.

Ya que hablamos de topónimos: ¿Por qué llaman Punta Princesas a esa punta del Catedral?
Las tres princesas es un nombre que efectivamente “La Princesa” era el nombre que dieron a la punta más alta los esquiadores del Club Argentino de Esquí, CAS. Después empezaron a veces llamar Punta Princesas lo que es la cumbre sobre las canchas de esquí, que efectivamente no es esto. Después finalmente se descubrió que allá hay tres puntas que son “Las Princesas”, así que por lo tanto yo empecé a usar “Las Princesas”, la punta más alta es la que los del CAS llamaron Punta Princesa. Porque donde siempre empezaron a esquiar es Punta Nevada, encima del Refugio Lynch.

¿Qué otros cerros de la zona le merecen cariño y respeto?
Bien. Yo lógicamente el cariño lo tengo al Catedral Central, a la pared norte del López, que son mis… pero respeto más que todo merece el Tronador, que es la montaña difícil con glaciares y todo. Después otras montañas que me gustan también como Bonete, después el Cuernos del Diablo… qué se yo… hablar de montañas lindas es difícil porque son casi todas montañas lindas, pero a mí me gustaban más las que hay un poco de escalar… nunca escalé Crespo, que me falta, de los que están porque siempre hubo un problema… ¿por qué yo subí Capilla o López tantas veces? Porque eso se puede hacer sábado y domingo, uno tenía pocas veces dos tres dos o tres días de vacaciones, y si tenía vacaciones largas nos íbamos a otros lados.

Podemos decir que cuando ustedes se establecieron, esto fue lo que les vino en contra del espíritu deportivo, porque las grandes expediciones sólo pocos las podían hacer…
Sí, porque cada uno estaba con su trabajo.

Qué nos puede decir de Carlos Sonntag[17]
Carlos Sonntag en Chamonix
Carlos Sonntag es efectivamente la persona acá que mucho hizo para el andinismo, y que hizo efectivamente propagar el andinismo entre turismo de Buenos Aires. Carlos Sonntag tiene mucho sentido comercial[18], por lo tanto él podía haberse hecho mucho más patrimonio quedando en el pueblo, porque arriba tenía mucho trabajo y ganancia relativa, siempre. Y él trabajó allá para hacerse refugio tres años, y trabajaba generalmente mucho solo, y después buscaba alguien que lo ayudaría. Y finalmente se le derrumbó la salud, cuando ya casi tenía el refugio hecho. Pero el problema de Sonntag, yo le digo siempre, él se hizo un patrimonio normal, tiene más o menos suficiente para vivir y para la familia, y vivía toda la vida como él quería. Eso es el asunto que por lo tanto… ¿para qué más plata si vivía como quería? Pero él sabía muy bien vender el López para ganarse cuatro pesos, porque él por ejemplo llevaba la gente a trepar, y felizmente nunca tenía mala suerte con nadie, pero él se llevó diez tipos a trepar la Torre del López, total ir hasta abajo de la torre no hay ningún problema, después puso dos o tres en una soga y los llevaba a la torre y los otros tenían que esperar, después los bajaba y qué se yo. Y cobraba a cada uno 10 o 20 pesos, y eso para él era tarifa de guía, pero cada uno que trepaba con él pagaba poco… Yo recuerdo que estuve allá en carnaval. Él estaba llevando la gente al pico Turista, o muchas veces hasta la Hoya nomás, que no hay ningún peligro ni ninguna dificultad de nada, y fue él fueron las hijas, cada una con diez personas, y la mujer, y el peón (risas) y a cada uno le cobraba poco, pero todos juntos era plata.
Él era buen escalador. Hizo el curso en Chamonix, y después él no fue esa vez en Himalaya no me recuerdo más por qué, sería uno de los candidatos, otro era Pedro Strukelj que tampoco fue. Justo Sonntag cuando eran estas expediciones tenía familia chica, y recuerdo que para ir a San Valentín hasta le dieron un pequeño aporte a él único, de la comisión que fue a San Valentín, para mantener la familia mientras que él estaba en el sur.

¿Y Birger Lantschner?
Birger Lantschner era buen esquiador y buen escalador, pero después cuando se casó dejó prácticamente todo, ahora no va a ningún lado. Y además él se hizo después un empresario de transportes. Él en ese tiempo anduvo mucho con nosotros, y era compañero de Toncek Pangerc en escalada. Él es más joven de mí, tiene diez años menos que yo. Debe estar por 65 o 66.

¿Y Heriberto Reichart?
Heriberto Reichart anduvo con Meiling. Y él era arquitecto de acá de Bariloche. En todos los anuarios hay alguna salida de él. No era escalador, pero tampoco era uno que no conocía la montaña. Era cliente de Meiling, y Meiling lo llevó a la cumbre del Tronador también, además varios cerros de cierta importancia.

La discusión famosa de Meiling con Hans Nöbl: ¿en realidad tenía razón Nöbl…[19]?
Por Catedral tenía razón Hans Nöbl, eso sí que yo lo digo siempre, como yo digo en mi libro yo no tenía ninguna simpatía para Nöbl y todas para Meiling pero me parece que Nöbl eligió bien, porque Catedral está cerca de Bariloche, y el camino allá no presentaba ninguna dificultad, pero Meiling quería  que el centro sea cerro Otto y su casa, esto era para dos o tres docenas de gente nada más, y por lo tanto quería hacer un centro como lo conoció Nöbl en Europa, y él era además muy buen esquiador y gran perfeccionista de escalada, él quería canchas altas por lo tanto.

¿Cuánto tiempo estuvo Nöbl acá?
Él vino justo antes de la guerra, primera vez vino en 36. Después volvió en 38, creo, que empezó también a hacerse trabajo de Catedral. Y después quedó acá por cuando empezó la guerra europea, por lo tanto, él estaba toda la guerra europea acá, y terminada la guerra europea él trataba de volver… él estaba acá cuando yo vine, yo le compré hasta un terreno, y Nöbl después salió de acá cuando de nuevo encontró trabajo en Europa porque él era profesional de equí. El acá ganaba más vendiendo terrenos. Para él esquí era la manera de hacer venir la elite de Buenos Aires, que en ese tiempo el esquí era una forma muy importante parta la clase alta, ¡alguien que era esquiador era algo! (risas)

Acá en el ambiente de montaña Nöbl despertó una cierta resistencia…
Y sí, porque él, lógico; como le digo: Meiling no lo podía ver y algunos otros también le tenían bronca, porque además era muy mercachifle… hay tantos cuentos de Nöbl… una mujer de Buenos Aires lo invitó a tomar té por la tarde. Nöbl vino, allá charlaron, lógico qué van a charlar: de la montaña, de esquí, si la otra era esquiadora. Cuando él se fue a casa le mandó una cuenta por lecciones de esquí (risas). Otro cuento de Nöbl era cuando él vio un amigo en la calle de Llao Llao, allá abajo. Paró, dijo “¿quieres ir al pueblo?” “Si”, “Bien, te llevo”. Y cuando llegó acá dijo: “tanto y tanto” (risas).

Ya que estamos recordando anécdotas: hoy tenemos que al lado de la cumbre de Capilla está la cumbre de Blas. ¿Por qué?
Blas Razinger, Dinko Bertoncelj
y Francisco Jerman
La cumbre de Blas está porque en la primera ascensión nuestra del 51, Blas Razinger se le ocurrió que la cumbre ésta es la más alta, que está un poco más atrás, que sea más alta. Y cuando estábamos subiendo por ese zanjón de hielo entre la cumbre principal y cumbre de Blas, estaba allá discusión. Más empinado que era más discusión hubo. Yo recuerdo a Juan Dujovnik, el loco ese, estaba con taco adentro en el hielo; el otro con pierna afuera y gritando: “Blas, vos sos un burro” (en esloveno) (risas). Se ve a simple vista que es más baja, pero no sé por qué a Blas que generalmente bien atento en las cosas pequeñas, que se le ocurrió esto. Cuando llegamos después arriba del couloir (canaleta, nota mía), Blas se fue a la derecha y subió Pico Blas. Mientras que nosotros fuimos a la cumbre principal. Luego reconoció que nosotros estábamos más alto (risas).

Si usted tuviera que planificar la expansión de la infraestructura de apoyo al montañismo en la zona. ¿Dónde haría refugio? ¿Qué picadas haría?
Mire: yo por el momento no haría más refugios en ningún lado, efectivamente. Pero yo quisiera que se haga alguna cosa con los refugios que están. Por ejemplo, yo siempre estaba insistiendo que se ponga una vez en otoño o en primavera una semana de trabajo alguien para abrir bien el camino al lago Mascardi por la Casalata, porque es una vergüenza que llegás allá y no puedes, eso no es una senda que figura en algunos mapas. Eso es cualquier cosa[20]. Otra cosa que yo tendría la idea, que también en Europa ahora están protestando mucho, pero yo empecé a escalar efectivamente en las rutas un poco protegidas, las vías ferratas. Y yo haría una vía ferrata por la pared norte del López, y lo mismo un caminito después podría algunos clavos para hacer el paso de Lago Jakob a Laguna Negra donde hay el paso de escalada, para que pueda ir cualquiera. Ahora siempre se hay que considerar eso como peligroso. Una vía ferrata puede ser peligrosa también, pero es peligroso andar por la calle…

Lo que cuestionaban de las vías ferratas es que dan una sensación de seguridad que no siempre se justifica. Entonces mucha gente inexperiente se larga…
Si. La tercera yo la haría desde la terminación del glaciar Negro, allá del otro lado hay un filo que lleva derecho al viejo refugio (del tronador, nota mía). Y para subir a este filo es una escalada relativamente fácil, y esto sería un camino al viejo refugio muy importante, porque el viejo está muy abandonado[21]. Yo era padrino del refugio Otto Meiling, porque quería sacar todo ese batifondo de turistas y excursionistas de allá, del viejo refugio, para que vayan a otro lado, y se hizo un refugio grande para que toda la gente tenga lugar, y creía que los escaladores iban a quedar en viejo refugio, pero no…

¿Sus hijos han heredado de usted el amor por la montaña?
Y bien, Toncek si, Toncek y Clemente son los dos que acá están en asunto de montaña, y Clemente más bien estaba más bien heredó a Francisco Jerman, porque él anduvo con Francisco, en las carreras de fondo, y para él todavía se ocupa de carreras de fondo, pero ahora con este refugio lógicamente tiene que ocuparse con cosas materiales[22]. Él se hizo también la casa en los últimos años, compró el auto. De todas maneras, él trabaja en la montaña. Y este año va a trabajar mucho peor del año pasado porque hay falta de nieve[23]… Toncek después hizo lo que era escalador bueno, él sabe esquiar sin haber nunca hecho especialmente algo en esquí, pese a que él a veces corría también a veces fondo, y también Gregorio corría fondo. Y después él se puso en escribir y redactar, porque todos los últimos anuarios, de 82 hasta ahora fueron redactados por Toncek. Además escribió la guía, siempre en cooperación con Izaguirre. Pero ahora está mucho metido con el diario Río Negro, porque también debe trabajar porque por algún lado debe tener alguna entrada. Él ha estado un cierto tiempo encargado del refugio Frey, como tres años él y Hulskamp tenían. Después él dejó eso porque mucha ganancia no daba, menos para dos personas.

¿Pertenecía al grupo de ustedes Bozo Vivod?
Bozo Vivod era de Buenos Aires y él Thomas Kralj lógicamente tenían alguna relación con nosotros. Thomas Kralj era cuñado de Francisco Jerman, el hermano de la señora de Jerman. Y Bozo Vivod era un amigo de él, así que venía acá a trepar con él.

¿Vivod y Kralj mueren en Tronador?
Vivod y Kralj mueren en Tronador. Nunca sabíamos bien como era el accidente. Ellos salieron una tarde de lo de Jerman, vivaquearon en el Filo del Camping, en unas cuevas que se usaron en ese tiempo para vivaquear, el otro día ellos subieron al Pico Argentino del Tronador, porque hay firma de ellos allá arriba, y no volvieron nunca. El otro día a las 11 por la mañana empezó temporal en el Tronador. Debe haber sido justo en la cumbre. Después creemos que ya bajando de la cumbre a lo mejor cayó Kralj que era mejor escalador y se llevó al otro también y se cayeron del otro lado en los precipicios de la parte chilena. pero Jorge Skvarca  allá trepó bastante buscando y no encontró nunca nada. De este lado lógicamente si bajaban por la ruta normal hay cantidad de grietas que especialmente con un temporal no se ve nada, podían haberse hasta perdido. Pero lo que yo no puedo entender que Thomas sabiendo que de verano las temporales no son muy largos no trató de esconderse en una grieta y esperar.

¿Gregorio Ezquerra se mató en el López?
Gregorio Ezquerra
Gregorio Ezquerra se mató en López y se mató de manera bastante zonza, porque él nunca podría creer que se va a morir 100 metros detrás del refugio, pero atrás del refugio usted recuerda que hay un paredón. Encima de ese paredón estaba con dos muchachos de Buenos Aires, que no eran ni andinistas ni nada. Y estaban volviendo de no sé dónde fueron, la Hoya, Turista o algo así. Y cuando estaban arriba del paredón allá se les zafó un colchón de nieve, y los llevó abajo. Uno se zafó de este colchón antes de la caída. Dos volaron. Cuando aterrizaron, uno que era el que no sabía nada de montaña, empezó a contar sus huesos, vio que no le falta nada, se levantó. Y Ezquerra quedó allá, porque en la caída, yo lo levanté a Ezquerra, yo fui con la comisión e auxilio, así que yo sé: él tenía una gran herida acá abajo (se toca la cabeza, nota mía), así que en la caída tocó con la cabeza en la roca y lógicamente lo mató. Mientras que el otro voló nomás sin tocar la roca, aterrizó nomás abajo en la nieve, los dos aterrizaron en la nieve. Y Gregorio Ezquerra se mató. De esto después hubo una… no sé, Centeno acá escribe cosas de la historia pero son novelados. No sé si usted vio el asunto de Primo Capraro. Eso está muy novelado. Y así también él noveló algo de Cementerio Andino, pero allá vino por lo menos a preguntarme, pero de Ezquerra escribe que no se sabe dónde murió, que parece que se murió en el Filo Norte del López. A Esquerra lo sacamos nosotros del zanjón de nieve donde cayó y lo bajamos acá, así que sabemos muy bien donde murió, y hasta cómo murió, porque le digo: yo vi esa herida fuerte en la cabeza que lo mató.

En cambio, Otto Meiling murió en la cama de un sanatorio…
Otto Meiling en sus últimos tiempos
Bien, sí. Otto estaba en el sanatorio y todavía la mujer que lo atendía, Norma, decía: “pero Otto debería morir allá arriba”. Y le dije: “¿cómo te hubieras sentido si Otto se hubiera muerto allá? Ahora sabés que está en un sanatorio y que no tenés ninguna responsabilidad de nada”.
Estaba en el sanatorio con un problema renal y le dieron alta, para el día cuando murió le dieron alta. Le vino un ataque y murió. Él no quiso estar en el cementerio andino. Él quiso estar en su casa. Él se hizo él mismo la tumba allá arriba. Él eligió el lugar y todo, y por lo tanto se lo sepultó ahí.

Hasta aquí la “charla andina” mantenida con el inolvidable Vojko. Vaya esta transcripción como homenaje a su memoria, a su vida de escalador, a su estatura intelectual. Y quizá ayude a reconstruir o recordar algunos aspectos de la historia andinística de las montañas de Bariloche.



[1] El Padre Cortese (de nombre Nicolás, cambiado luego en la toma de hábito a Plácido)fue un fraile menor conventual, nacido en 1907 en la isla de Cherso, actualmente territorio croata, que viviendo en Padua, y con autorización de sus superiores religiosos, montó una red de socorro para judíos perseguidos, personas en necesidad y soldados buscados por los alemanes. El 8 de octubre de 1944 la Gestapo, que venía siguiendo su actividad, lo secuestró y lo llevó a Trieste, donde murió como resultado de las atroces torturas que intentaban en vano sonsacarle información sobre las personas que ayudaba. Hoy está en marcha el proceso de su canonización.
[2] El Club Andino Bariloche publicó anualmente primero las Memorias de sus Ejercicios sociales, y luego sus Anuarios. Más tarde la dificultad económica que representaba la edición de estos libros hizo que se fuera espaciando su aparición, dejando de ser anual. El material de esta colección es quizá el más importante de la historia del andinismo argentino, por la cantidad de relatos, datos, biografías y otros materiales que han quedado plasmados en sus páginas.
[3] Federico Finó fue cliente del guía de montaña Otto Meiling, con quien realizó año tras año numerosas expediciones e incluso varias “primeras”. Una aguja del Cerro López, en Bariloche, lleva su nombre. Escribió numerosos artículos de gran valor en los anuarios del CAB y en otras publicaciones.
[4] Se refiere a Alfredo Tito Magnani, andinista mendocino autor de “Argentinos al Himalaya”, libro editado en 1955 y que relata la primera expedición argentina al Himalaya, llamada “Presidente Perón”, precisamente al Cerro Dhaulagiri, que integrara junto con Dinko Bertoncelkj, el Teniente Primero Francisco Ibañez y varios más. 
[5] Ahora hay una nueva versión de este trabajo, basada en el libro de Vojko, realizada por su hijo Toncek, gran escritor y periodista, además de andinista.
[6] Hoy se llama Slovenia Dr. Vojko Arko
[7] El refugio lleva el nombre de Pod Skalko (que en esloveno significa la Piedrita), y Roberto Petricek.
[8] Mariano Santonato, escalador y andinista de la zona, varias veces refugiero en distintos refugios del Club.
[9] Hay que recordar que antes se pensaba que el ciclo de la vida de la caña, hasta su floración y muerte, era de entre 20 y 40 años, pero desde la floración masiva de los años 30 hubo que esperar a los episodios de 2009, 2011 y 2018 (este último en la parte noroeste del parque), con lo que ahora se habla de períodos de entre 60 y 70 años, aunque este lapso quizá fluctúe en relación a  otros factores, como la climatología.
[10] La muerte de Clerch se produjo por una caída subiendo al filo llamado ahora “Del Cámping”, desde la Hostería de Jerman.
[11] El filo hoy llamado “Del Cámping”.
[12] Glaciólogo que trabajó por aquellos años en la zona de Tronador.
[13] El primero en llegar a la cumbre de Catedral, junto con Kammerer.
[14] Se refiere a Sebastián de la Cruz.
[15] Se refiere a la 4172-22-2 del por entonces Instituto Geográfico Militar
[16] La Comisión del sueco Erik Lljungner exploró la zona que está entre los brazos Tristeza y Blest del Nahuel Huapi en esos años.
[17] Quizá los lectores de más edad que hayan andado por Bariloche hace muchos años recuerden a Carlos Sonntag, el refugiero (y dueño) del Refugio López que conocemos, hasta que lo vendió a la empresa Olympus. Cuando una acumulación de nieve arruinó el viejo refugio López, propiedad del Club Andino (desde la ruta 79 hasta el filo del cerro, éste es de propiedad privada, ya que el Parque comienza en el filo), Sonntag, gran montañero y escalador, que incluso había hecho cursos en Chamonix, propuso al Club Andino hacer él mismo unr efugio en un terreno que adquiriría, y dar a los socios del Club el mismo trato que si el refugio fuese del CAB, cosa que sucedió mientras el refugio fue propiedad o estuvo administrado por la familia Sonntag,
[18] Al momento de este reportaje, Carlos Sontag aún vivía. Murió en el año…
[19] Nöbl era un austríaco muy buen esquiador, contratado por las autoridades para asesorar en la posibilidad de establecer un centro de esquí en Bariloche: Él fue quien propuso el catedral como lugar ideal para realizarlo, contra la opinión de Meiling que proponía el cerro Otto. Nöbl tenía una personalidad particular, que lo hizo poco simpático para los barilochenses de entonces, aunque sus dotes técnicas están fuera de discusión.
[20] Hoy día la senda Jakob-Mascardi por Casalata está bastante mejor.
[21] Este reportaje fue hecho antes de la última restauración con la colocación de la cubierta de chapa galvanizada.
[22] Por entonces, Clemente Arko era concesionario del Refugio Neumeyer, en el Valle del Chalhuaco, años después destruido por un incendio intencional.
[23] Habla del invierno de 1998.